jueves, junio 18, 2009

fresas machacadas

Jugosa, dulce -ácida-, pequeña, aromática, de textura juguetona, visualmente atractiva y tentadora: la fresa.
Las fresa es un fruto visualmente agradable. Dentro de la gama de colores, las denominadas frutas del bosque destacan por sus matices, ello las hace atractivas a la púpila de los animalitos.
La fresa viene de la familia de las Roseceae (rosaceas), en la cual también se encuentran otras frutas como: la ciruela, la cereza, la zarzamora, la franmbuesa, entre otras; y especies de ornato, como: las rosas.

Hay 2 tipos esenciales: las fresas silvestres y el fresón. La primera destaca por su tamaño, y su cualidad de rareza, que en el mundo de lo común le da un plus de deseo y sabor diferente al paladar. Por el contrario el fresón es de mayor tamaño, posee un sabor más fuerte y es más ordinaria.
Su punto excelso de madurez es cuando se torna de color rojo, su pulpa es firme y emana un olor perfumado; si tiene manchas verdosas aún no está lista; y si su color es rojo pero su pulpa blanda ya están pasadas, jeje, demasiado maduras. Cada estado tiene su peculiaridad, lo ideal es saber elegir lo que el paladar disfrutará, estando en su punto se juega más.
Cuenta con dones medicinales. Funciona como diurético, laxante, antireumático, facilita la digestión.
La planta perenne produce brotes cada año; crece a la sombra y resguardada del calor y húmedad. La temporada de fresas se alarga de finales de marzo a finales de agosto, comprende el inico de la primavera y la plenitud del verano. Claro, en este mundo artificial las podemos encontrar el resto del año, ya sea porque son de invernadero o se han sometido al proceso de congelación, lo cual le resta ese sabor agreste y pueril de lo silvestre, con menos propiedades y a capricho no natura.
La temporada de fresas comienza hoy! Arrojémonos!
Depurémonos de toda esa porquería que coexiste en el organismo. El queso cottage va bien con las fresas, mmm!
Y en temporada de fresas los osos grizzly se tornan vehementes y sensibles. Qué mejor!
Aunque a veces duele que el temporal no sea lo que los animales...o viceversa, no sé que me carcome más.