viernes, julio 02, 2010

El insecto verde de alas difusas

"...estoy sentado en un cráter desierto, sigo aguardando el temblor..."

A veces, creo que sólo hago tiempo, no entiendo mucho de él pero sé que es parte de los grandes problemas de las personas, después de la incomunicación, y la honestidad.
De un tiempo a la fecha ni siquiera mis soliloquios son capaces de animarme, esta idea de sentir que alguien más no visible está siempre conmigo parece comenzar a perjudicar mi rutina y mis relaciones sociales, no en vano de noviembre a la fecha me he esmerado en potenciar mi virtud de hongo alucinante y a la postre mi agenda está integrada por 4 teléfonos que nunca marco.
Lo único interesante es que no dejo de sorprenderme y de espantarme de que las cosas sucedan como a veces adelanto serán, y no hablo de las cosas triviales sino de las vidas que acompañan mi andar taciturno y solitario. Tal vez es por eso que disfruto más la ausencia que la presencia.
***

Tomé el lugar habitual en el autobús, aquel cercano a la ventanilla y lejos de los roces corporales incómodos. Mientras el cielo grisáceo arrojaba enormes gotas aquella mañana mi mirada se ensimismo con el correr de un par de marcas de agua sobre el ventanal. Eso observaba en primer plano, de fondo me abismaba por la cantidad de gente que se veía cruzando la calle, a bordo de los autobuses, esperando sobre la avenida, los claxons creando terribles sinfonías de desesperación, gente gritándose o discutiendo por el celular...me entristecí.
Seguí el curso de la gota cuando de pronto apareció un insecto verde neón que contrastaba soberbiamente con el gris matinal. Su sólo brillo encendió una serie de pensamientos y reflexiones que apagaron el oscuro exterior.

Mientras versaba por milésima vuelta el pensamiento de ¿Cómo sería si...? El insecto verde permanecía aferrado a la ventanilla con una postura tan gallarda...me pareció extraño, ni la intensa corriente de aire lograba disuadirlo de alejarse en busca de un árbol. Mientras lo admiraba, pensaba en su inevitable caída y en lo efímero de los momentos "Let it be, let it be..." sonaba oportunamente, así tiene que ser, supuse, y sonreí. Disfrutar el momento, pequeño, ese instante cuasi orgásmico en el que las almas se encuentran, y comparten este tiempo-espacio.
Disfruté y agradecí el tener esa milimétrica vista verde que nadie más podía disfrutar, miré todo lo que me rodeaba, regresé la vista hacia mi ventanal en busca de mi acompañante y éste había desaparecido, busqué arriba, abajo, en la siguiente ventana pero se había ido. No buscaba poseerlo, sólo agradecerle el hacerme sentir de nuevo ese espíritu de sorpresa y exploración. Había llegado a mi destino, agradecí de nuevo y me guarecí bajo la lluvia en las notas que seguían sonando de forma melódica en mi mente.

1 comentario:

  1. Qué tipo de bicho es? el otro día entró uno en mi casa y se posó en una botella de agua... yo pensé que era un guisante... cuando me di cuenta que era este bicho tan curioso... qué es?

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