miércoles, noviembre 18, 2009

Alfonso, mi Margites


Hoy regresé a casa con la felicidad de ver culminada toda la serie de procesos de titulación, de palpar y sentir las hojas de esta tesis que tantas charlas derroché, al fin en papel. Cual autómata me conecté al internet, con esa sonrisa festiva de sentir el fin de un ciclo y compartirlo con mis más cercanos peoresnada. Pasaron unos minutos, cuando a través del facebook, mi estimado perry Espinal comentaba en el perfil de uno de mis seres más queridos una especie de reconocimiento con despedida, hecho que aludí a la nostalgia que da el estar lejos de nuestra gente; sin embargo la noticia fue más allá.
Cuando accedí a la página, leí muchos mensajes de despedida, de esos que se escriben a las personas cuando ya no regresarán. Me quedé en shock, no pude contener el impulso de llorar y querer saber lo sucedido, pues apenas el martes estábamos brincando con los Ting Tings, el miércoles y jueves acordando el ir a una fiesta de "politólogos". Así llamé a varios amigos, sin respuesta, marqué a las 2:10 a.m a su casa, al teléfono de su cuarto y supe que ya no había marcha atrás.
Hoy es el día más triste. Es el momento en que me agobian tantas cosas, esto que compartíamos y de lo que tanto platicamos. De lo mucho que entraste a mi mundo, de nuestros gustos por hablar de nuestras inquietudes y acompañarnos en esta parte tan difícil del camino, en el que uno intenta e intenta y no encuentra un aliciente o una dirección que concrete el andar, en el momento en que uno se sumerge ante la presión de los ideales, el ser y el deber ser.
Y en esos, nuestros encuentros planeados, o en coincidencia, siempre encontramos la sonrisa del otro, la burla y ese compañerismo que hace más ameno el trayecto.


  • Nos conocimos en una titulación. Yo por el compromiso tácito de entregar un obsequio y una carta desde Europa; tú con el afán fraternal de ver titulado a un compañero de la generación. Te sentaste a mi lado, te pedí tu gaceta y de ahí al unísono festejo.
  • Aquel festejo de la burla por mi tío, jaja... y de"Lo niegas como Pedro al señor", me "defendías" aquella vez en casa de Edgar, jeje.
  • Sabías mis extrañas y bobas manías, al comer, cómo me gustaba aquel té, mi fascinación por lo artesanal, etc.
  • Mi Harry Haller, con ello empezamos a compartir citas, con Hesse.
  • Cuando presentamos el disco de "Gafas acústicas", un "sí gustas, estaré presentando el trabajo que hicimos", se convirtió en una reunión de amigos (Odín, Omar y David) acompañándome.
  • En mi primer cumpleaños recibí "Los Culpables", y una comida sui generis, que le precedió al secreto del dinero encontrado en el taxi.
  • Disfrutamos de pies a cabeza esa exposición en el Soumaya
  • Dijiste haberme visto un día fachosa al salir de la danza al pasar con tus amigos.
  • Alguna vez en esa fase de locura, quisiste dejarme unas donas a las 11 p.m hasta mi casa.
  • Compartimos infinidad de cafés, tés, cervezas.
  • Por ese café, en el que me dijiste por primera vez lo que sentías, y abriste tu corazón, con todo y mi abstracción en un mundo repleto de desolación e incomprensión.
  • Dijiste que me querías, en más de una ocasión pese a tu timidez, y cada una de ellas fue acompañada de unos ojos llenos de sinceridad, de amor incondicional, de pasión de compartir.
  • Porque tuviste la delicadeza de recortar las fotos de cuando salía en el periódico, de seguir con asiduidad la lectura de mis devenires, de estar siempre.
  • Por los "viernes" que nos reunimos en el 2008 y que dijiste tanto extrañabas. Cuando jugamos en las islas y perdiste, jaja.
  • Dijiste que siempre recordarías la fecha en que nos conocimos como algo valioso, escribiste: "Celebré tu cumpleaños, celebró el fin de año pero nunca dejaré de celebrar el 14 de abril, cuando te conocí".
  • Por nuestros nicks, nuestros seudónimos, nuestros enredos discursivos.
  • Por las citas y frases compartidas de nuestras lecturas, en las que se supone encontrábamos la clave para descifrar el enigma de estar aquí.
  • Vimos a Radiohead (15 de marzo 2009) en el Foro Sol porque te sobraba un boleto. Conociste a mi familia ese día, en el que te atiborré de comentarios acerca de la primera revisión que hice de tu tesis.
  • Tu parsimonia mientras yo daba "lecciones de física en el metro", y me decías burlonamente "te viste muy exquisita", jaja.
  • Me conseguiste ese libro "Este ejemplar no debe de salir de la Biblioteca", y el cual leí en unas vacaciones en algunas tardes de cantina.
  • Por escucharme horas y horas hablar de mis sueños, mis reflexiones, mis locuras, y aquellas cosas que uno no puede compartir con la gente.
  • Dijiste que tu cuarto estaba peor que el mio, lleno de cosas, periódicos viejos y demás.
  • ¿Para qué escribes? ¿cómo pretendes la desnudez si no te muestras? ¿Cuál es la intención?
  • Porque pude ser sin máscaras, decirte todo y de todo; y pudiste mostrarme parte de tu mundo.
  • Supiste aquella extraña fase de la brecha de la danza -del my heart is broken-, la meditación y el rollo de mi hambre, de las idas forzadas cuando los amigos se enamoran, de la historia del televisor quemado, del cual se dedujo la enseñanza inquietante de ¿por qué cuando las cosas, personas están uno no las valora y es cuando uno empieza a reconocerlo que la posibilidad de tener o estar se extingue-, de la cuestión de la muerte y la premonición -de lo cual me dijiste que cuando supiera algo de ti, te avisara-, me incitaste a llamar a mis musas aunque en ello tu corazón palideciera, tantas y tantas anécdotas que son el 70% de este blog.
  • Pese a las vicisitudes y a lo agrio de mi hablar, siempre permaneciste, con todo y que tuviste tus fases de desazón.
  • Compartimos esta complicidad del blog, fuiste el primero en conocerlo y de ahí nacieron muchas cosas. Empezó con el preámbulo de una muerte, de una búsqueda, y a la par, en secreto -hasta septiembre- desarrollaste a Margites, aunque como dirías tú: -lo negaste como Pedro al señor-.
  • Me seguías y hacíamos juegos con las palabras y lo que decíamos, armábamos extraños discursos.
  • Nuestras pláticas de tu aspecto salado, desde aquella temporada de influenza cuando nadie te quería ver por enfermo, aquella lesión-cicatriz en la mano por tus dotes domésticos, la muerte de tu asesora y con ello la caída del proyecto papitt, las peripecias con tu computadora que se negaba a dejarte avanzar en tus trabajos...
  • Los buscaminas, pláticas virtuales hasta las 3 am, y en ocasiones hasta amanecernos como aquella vez del "Sí".
  • El café en Crepísima, el hermoso lugar de crepas, videos y colores estridentes. En ese día que tampoco quería salir y te entregué el boleto de Odín, y mi tristeza empezaba agudizarse.
  • Te dije de mi viaje onírico y signado a Francia y me constaste de lo tuyo, del profesor, de los correos que esperabas.
  • Agradezco que hayas regresado, cuando te dije que nuestro camino tal vez era otro que habríamos de conocer, esa confusión permitió que regresaras y mantenerte así.
  • De nuestras correspondencia desde tu exilio en la selva y mi exilio citadino. Y del viaje del cual me obsequiaste un chal blanco que tanto me gustó.
  • Dijiste y siempre estuviste al pendiente para ayudarme a pintar mi cuarto magenta, claro con la promesa de unas cervecitas.
  • Por los tarros compartidos con Odin, aquel día que me querían secuestrar, jeje y me bajé en eje central.
  • Mi cuarto de siglo, al cual sólo asistieron 5 amigos. Aquella tarde luminosa pasaste por nosotros. Disfrutaste la cochinita, la cerveza, y celebraste "qué rica está la cochinita" y "que buena onda es tu familia".
  • Tengo una hermosa carta, llena de entrega y un libro envuelto en una cajita naranja que delicadamente armaste a manera de collage.
  • Nunca guardaste nada: -No me importa, tengo que sacarlo, esto es lo que siento y ya sé, pero ahora lo siento con más fuerza-.
  • Un libro prestado aún cuando dijiste no soler hacerlo por aquello de que no los regresan.
  • Dijiste que cualquiera se sentiría halagado con las palabras vertidas en este blog.
  • Jeje, por tu peculiar forma de manejar ese chevy azul, viéndome en lugar de vislumbrar el camino; y aquella cadena de manejada inversa en carril de metrobus.
  • El pshyco sonido de tu celular que era para estresar a toda una comunidad.
  • Te compartí mis historias desde su génesis, eras seguidor de mis escritos....jeje, sabías los títulos que ni yo recordaba.
  • Por acompañarme a la titulación de kar. Y aquella tercera ocasión, en la cual pasamos horas en el tráfico, de perisur a mi casa, donde compartí de nuevo lo que pasaba en mí.
  • Me mostraste tu cicatriz y te dije que no era tan terrible, jeje, y me burlé diciendote 'que buen truco, eh, para no lavar ya los trastes'.
  • Porque siempre te tuve confianza, porque no había pena entre nosotros, ni velos ni ocultamientos.
  • Porque mi tristeza te dolía, y me impulsabas e incitabas cuando veías asomarse aquellas pupilas.
  • Por impulsarme en el portugués, reirte de mi y mis anécdotas de clase.
  • Corriste a la hemeroteca para ver el periódico en el que se anunciaba mi tercer lugar en el concurso de relatos de ADO; yo corrí cuando creía llegar tarde a nuestras tertulias.
  • Los aullidos al estilo Shakira cuando nos burlábamos de la futilidad de las canciones pop.
  • Porque mucho de esa tesis te lo mostré, me comentaste y sugeriste. Aquel día que te secuestramos y te dejamos en Coyoacan.
  • Dijiste y me ofreciste tu ayuda para abordar la cuestión indígena en mi tesis. Los pueblos originarios y los indígenas nos unieron en más de una cuestión.
  • De la peluca "closer" que hoy me recordo juan, dijiste que era muy padre, y sexy, y la fascinación por el disfraz. Del "Hello stranger".
  • El absinthe, de la cual éramos fans, esa hada verde que nunca bebimos y te contaba cada que la ingería sin tener que explicar que bebida era. Un pequeño secreto que coincidió.
  • Porque aquel día en que éramos los insurrectos cuidadores de una extraña manta en el "F", conociste a mi amiga Tania y ante ella prometiste lo del francés e ir avanzando a tu tesis.
  • Por las pláticas y comentarios finales a mi tesis en los atardeceres de la Facultad, aquel último con Omar y Jav.
  • Te reías de mis desgracias capilares, que siempre aplaudiste y quisiste conocer. Con aquella sonrisa acompañada de golpes con el brazo en busca de complicidad.
  • Te agrado el viraje de güereja a peliroja sexy, jeje.
  • Tú ¿Y eso qué? que repetías para incitar mi apatía.
  • Por tu sonrisa y mirada burlona, tierna, de entrega, de amor que me obsequiaste aquel día de los Ting Tings.
  • Por los super tacos de Pilares -a los que fui hoy- , donde comiste una gringa y una cerveza, jeje, reíste, y permanecimos horas observando lo del señor del taxi.
  • Porque tus facciones me asimilaban a un rey maya , y eso se me hacia peculiar. Bello, sobretodo por tus inclinaciones ideológicas.
  • Justo el lunes seleccioné las fotos que imprimiría, 1750 que espero reducir, y entre ellas estaba aquella del periódico que te prometí hace un año (19 de noviembre de 2008), de la cual hablamos aquella última tarde en la facultad. Debo decir que me dio vergüenza firmarla cuando me llevaste la original, de esa vergüenza chistosa, pensé sería una sangrona creída al firmarla.
Hablabas justo en el momento indicado,cuando algo sucedía.
Nunca tuviste limites ni privaciones para mi.

Mientras escribo me socorre el hartazgo de pensar que te has ido para siempre...

***
Me llamaste el lunes, muy alegre y misterioso, cuando regresaba de iztapan y tu venías de santa fe, entendí el misterio cuando me invitaste al concierto.
Disfruté de tu extraño baile con lo Ting Tings, de tu sonrisa en busca de complicidad, de tú cámara "negra", y de tu abrazo y continuo reír que me pareció extraño. Ese día también dijiste que mi cabello estaba perfecto, que te agradaba y a mis comentarios negativos decías: -eso qué-. Incluso reafirmamos que podría ser bastante sexy cuando el taquero se sintió atraído por mí, claro con la burla de que eso era porque el tono de mi cabello le era familiar, por ser del color del trompo de tacos.
Me llamaste el miércoles, el jueves hasta que se te agotó el crédito. Pensé en llamarte el sábado pero mi ego de ver o no ver no me dejo salir. Sabías lo desangelado que estaba todo esto.
Tu sonrisa ese último día fue genial, estabas a gusto, nos amanecimos viendo a unos tipos pelearse y te dije que lo llevaras a su casa, estuvimos así hasta las 3 am, y siempre me observaste con extrañeza alegre y jugamos a crear historias...Antes de bajar del carro dijiste lo del sábado. Y de verdad lamento no haber podido acompañarte, había algo de desidia, desazón -eso que me está atacando, la trsiteza y eso que me consume ahora-. Y aunque lo del cumpleaños de mi papá era motivo más no determinante, como bien dijiste lo tuyo era en la noche, pero en tu insistencia había algo de regreso en mi, de pensar en gato encerrado puesto que tu insistencia era extraña.

***

Mi compañero de declaraciones hasta las más recónditas, de andanzas -de la Roma, al CELE, de la Facultad, al estadio, de la casa de mi abuela, a mi casa, de las tardes en Copilco, Coyoacan, en Loreto,...-Gracias por las llamadas, por el estar pendiente de mi y mis amigos -el cumple de novio de maribel, las titulaciones, el portugués, todo-
Sólo espero perdones mi egoismo, mi estrabismo, mi falta de tacto -mejoraré lo prometo-, yo sé que me entendías así como yo te entendía a ti cuando estabas molesto, triste, acongojado, misterioso y radiante. Mi mejor conciencia y acervo, mi confidente y desnudez, la revelación de mi mundo sin pena.
Gracias por tu compañia siempre puntual.
Gracias a mi sultán de Coyoacan, jefe de los barrios de la zona; de su exquisitamente encantadora o encantadoramente exquisita Adriana.
Gracias por lo de la tesis, ahora sé quien fue el angelito.

***
"Y llegarás a tiempo, recuerda que el tiempo es otra cosa, y no eso que mide...", te dije el 14 de agosto de este año, pero no logro comprender esto del tiempo me gustaría fuera diferente; pero bien dijiste "Jeje Al parecer todo esta calculado, no me trataba de escapar, simplemente llegar tarde, jejeje, uno nunca escapa" (al tiempo).
Y pienso, en ¿por qué tenía que suceder así? Éramos los buitres de las titulaciones, de tus amigos y los míos. Sería mi titulación, la de Jav, la de Omar y la tuya...Mi titulación no será lo mismo, con tu ausencia, recuerdo cómo llegábamos puntuales y nos sentábamos en la tercera fila de arriba a abajo; mientras reíamos, hacíamos muecas y expresiones acordes a lo que preguntaban y respondían.
No será igual sin ti, nada. Doy gracias por haber compartido tantas cosas en este sendero pedregoso, nadie como tú para escuchar y platicar -donde no importaba la falta de lógica en las palabras o el sabor de estas, siempre había una forma de guisarlas contigo, y eso lo hacía más dulce y comprensible-. Te extraño, echaré de menos tu sonrisa, tu mirada rasgada y sincera, así como la alimentación y complicidad que logramos con los comentarios mutuos. Porque me entregaste tu corazón, tu confianza, tu cariño y tu tiempo aquí. Espero haberte entregado alegrías y todo aquello que sabe. Te quiero infinitamente, recordáis!
Intentaré, el "no te quedes con nada" que tanto propulsamos, y te alcanzaré en cuanto pueda " la vida es sueño". No sé cómo hacerlo, ahora...




1 comentario:

  1. Después de leerte entiendo e identifico tu dolor pero no trato de sobreponerlo en mí, no sé que tanto podría resistirlo. Nietzche decía que para ser inmortal hay que morir varias veces y no tiene que ser precisamente una muerte física o terrenal mas bien en sentido figurado. Morir es aprender de lo vivido, es hacerse fuerte, es ver al pasado con agradecimiento y sin rencores. Creo que de ahora en adelante "no te quedaras con nada". No conocí a esa persona de la que hablas pero no dudo en que haya sido una buena persona. En paz descanse.

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