Así como vienes, te vas.
Así como asistes, desistes.
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Llegaste cual viento encontrándote con mi álgida naturalidad. Llamaste como quién asoma su cabeza tras la puerta, buscando sin saber qué encontrar.Jugaste algunas de tus cartas en nombre del conocer, disfrutaste.
Pediste un espacio aquí dentro, aludiéndo lo bien que la pasabas; y al tiempo efímero que te quedaba en esta ciudad.
Esta es la despedida, de un lugar sin ciudad, de un viento que corre álgido a dónde no existe el peso, el temor, los límites espaciales...dónde así como vas, vienes, en un intenso vaivén que captura lo que en su tiempo está.
hey regresaste a escribir o bueno me acorde de tu blog y veo que estas escribiendo de nuevo, me alegra por ti.
ResponderBorrarBonito reloj.