sábado, julio 24, 2010

Me arrojé al río...

Vacaciones de verano, esos largos días con su sol naranjoso iluminando las tardes en la ventana de mi estudio. No biblioteca, no tarea, no trabajo, nada "qué tener que hacer". No se si sobreviva a ese tiempo en pausa, he logrado salir de la aplastante tristeza arrojando, a veces, una red al cardumen de malos pensamientos, librando así el terrible movimiento acuático que provocan en mi cabeza.
Se ha dictado la sentencia al sujeto U, justo el día en que tendrías aquella edad que le fue asignada en años por su soez y torpe impulso de dispararte, rozagantes 27 años, 5 meses. Siento aún como si el tiempo jugara el tipo de bromas que uno ve en las películas y lee en las historias de ciencia ficción, así imagino que lo que parece real no es real, que algún día despertaré riéndome y teniendo a lado a los seres que hace tiempo deje de ver de manera abrupta por la "prematura" llegada de su caducidad en la tierra.
No sé qué mas decir, no sé si ahora sea yo quien figure diálogos inexistentes -como esos que relataste en aquella despedida adelantada, el 9 de octubre: http://estasruinasquevesblogspotcom.blogspot.com/2009/10/ocultamiento.html -.
Sin embargo, los peces en vaivén acuden cada tiempo a esta agua tan dulce, pese al intento inútil de salarla a fin de que consigan un mejor hogar, pero es inevitable el agua siempre ha sido el elemento en el cual se da en sí misma la resurrección y la transición.


Letra:

I jumped in the river
black-eyed angels swimming with me
a moon full
of stars and astral cars
all the figures I used to see
all my lovers were there with me
all my past and futures
and we all went to heaven in a little row boat

There was nothing to fear and nothing to doubt

Nota: aves, el túnel, la biblioteca, el ángel y el andén.

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