lunes, febrero 21, 2011

De la Sabina

Sabina

¿Qué he de decir de tu nombre?
Tan breve y firme en los labios ajenos
¿Qué he de decir de tu compañía?
Tan fiel y silenciosa
¿Qué he de decir de ti en mí?

***

Sabina es naturaleza

La Sabina es un árbol milenario, propio de regiones de Europa ( Francia, Córcega, norte de África y España)

donde es conservado y protegido. Florece los meses de enero y abril. Crece lentamente en laderas expuestas al sol y sobre suelos calizos o silíceos -similares a ella-. Es un árbol longevo, puede vivir más de mil años, y sus frutos -de color pardo azulado, y púrpuras en la madurez- tardan dos años en brotar.

Es un árbol muy estimado por los agricultores dada su madera -dura, resistente y aromática- y sus hojas. Su madera es fácil de trabajar y prácticamente eterna, es imputrescible e inatacable por los insectos, debido a su resina no se estropea ni se pudre ante las inclemencias del clima e incluso resiste incendios. Por su parte, la hoja es alimento de rebaños durante el invierno.

***
Sabina es palabra

María Sabina decía: "Soy sabia, curo con lenguaje".
María Sabina, "la mujer del Libro Blanco" como la nombraba Juan Rulfo, o "la sabia de los hongos" -como también es citada-, maneja una sabiduría que nadie sabe de dónde viene. María acompañaba sus curaciones con cultos cuyo origen ella misma desconocía, el "idioma de la divinidad" reconocen curanderos mexicanos. Un lenguaje poético donde se reiteraba salmos y letanías encadenadas a una serie de metáforas, oscuras con frecuencia.
Ella reflejaba la conciencia de un poder sagrado y olvidado. Era María Sabina sanadora por excelencia, la que curaba el mal del modo más natural.

"Los que creen, sanan. Los que no creen no sanan"

***

Sabina, un personaje.

Sabina, a retrato de Kundera, en la Insoportable levedad del ser es una mujer que busca y persigue incansablemente la libertad, y aún en la no pretensión de atarse lo hace irremediablemente. Sin embargo, en el momento en que se siente presionada, atada o parte de alguien, huye. Abandona aquello que le produce tal peso, y se encamina a la "levedad del ser" allí donde siente pertenece. Ama y se deja amar; vive con pasión y sin presión; va y viene sin un límite más allá del que ella misma se impone; mira, huele, siente, toca cual niño con la coquetería inherente y la necesidad a cuestas...

Es un personaje, enigmático, aparentemente abierto y a la vez el más introvertido.

Su vida es arte, el arte es su vida.

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