sábado, mayo 30, 2009

Estas ruinas que ves






Milan Kundera en su libro La ignorancia define a la NOSTALGIA como el sufrimiento causado por el deseo incumplido de regresar. Dadas sus raíces etimológicas, del griego nostos "regreso" y algos "sufrimiento".


La nostalgia se alimenta de ese deseo de regreso al lugar conocido, de recuerdos. "A veces, buscamos de nuevo un lugar que ni siquiera es notable en sí mismo. Lo buscamos porque lo recordamos..." Por su parte, Roland Barthes en su libro Fragmentos de un discurso amoroso retoma esa delicada ventana, el recuerdo. RECUERDO: "Rememoración feliz y/o desgarradora de un objeto, de un gesto, de una escena, vinculados al ser amado, y marcada por la intrusión de lo imperfecto...", que al igual que el rapto (flechazo, prendamiento del objeto amado) está hecho de destiempos.


En este caso lo imperfecto es el tiempo de la fascinación: que parece estar vivo y no se mueve, destaca Proust. Las escenas se colocan como recuerdo, se siente y prevee en el momento justo en que se forma.
"-Este teatro del tiempo es precisamente lo contrario de la búsqueda del tiempo perdido; puesto que me acuerdo patética y puntualmente, y no filosófica, discursivamente: me acuerdo para ser infeliz/feliz-no para comprender-."


En algunas temporadas -las de siembra, y aquellos días de primavera- me acoge deliberadamente el anhelo de ver un lugar por segunda vez, de encontrar a propósito aquello con lo que me encontré en alguna ocasión, para volver a capturar la sensación del descubrimiento.


Oportunamente, uno que otro día ocurre el olvido y me cobija la sin razón e incomprensión exterior propia de la amnesia.


De igual forma me reconforta saber que "Siempre acabamos llegando a donde nos esperan". Sea desde los recuerdos, el olvido, la cordura, la sin razón, la nostalgia, la amnesia, el exilio, la promiscuidad, el día, la noche, la verdad, la mentira, la fascinación, etc...

1 comentario:

  1. "Estas ruinas que ves", qué hermosa frase, no recordaba de qué libro es, sabía que era de un escritor excelente: Jorge Ibargüengoitia. Un abrazo por la comunicación.

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