El corazón ahogado en vino, acompañándolo con queso añejo, de esos que catan mejor con los extintos atardeceres y el hedor que trae el pensarte, oirte y verte tan lejos, ahora. Bien dicen que con el queso cualquier vino parece bueno. Y eso sucede...¿Seré adicta a esta combinación?...¡Qué insania!...El queso añejo detona mi migraña...debo dejar de olerlo.
Sintomatología:
Desnuda.
Un poco de insmonio.
Más sensible del murmullo del viento.
El silencio y las palabras verdes arrancadas cada luna menguante.
Viviendo un sueño extraño donde nada es lo que parece, donde todo me parece real y fantasioso a la vez.
Adaptándome a las noches cortas y los días largos que trae el verano.
Y con el montón de frases, imágenes y fotos recortadas acumulándose en la bandeja púrpura.
Cenando cada noche lo que dije aquella mañana.Cautiva bajo la libertad de mi espíritu.
En espera...
Nota: Creo que mis años comienzan invariablemente en Mayo.
Formando un corazón con las palabras.
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