domingo, mayo 24, 2009

Mayo, otra vez

Iteración
sabor
a
Mayo
El corazón ahogado en vino, acompañándolo con queso añejo, de esos que catan mejor con los extintos atardeceres y el hedor que trae el pensarte, oirte y verte tan lejos, ahora.
Bien dicen que con el queso cualquier vino parece bueno. Y eso sucede...¿Seré adicta a esta combinación?...¡Qué insania!...El queso añejo detona mi migraña...debo dejar de olerlo.
Sintomatología:

Desnuda.

Un poco de insmonio.

Más sensible del murmullo del viento.

El silencio y las palabras verdes arrancadas cada luna menguante.

Viviendo un sueño extraño donde nada es lo que parece, donde todo me parece real y fantasioso a la vez.

Adaptándome a las noches cortas y los días largos que trae el verano.

Y con el montón de frases, imágenes y fotos recortadas acumulándose en la bandeja púrpura.

Cenando cada noche lo que dije aquella mañana.

Cautiva bajo la libertad de mi espíritu.

En espera...


Nota: Creo que mis años comienzan invariablemente en Mayo.
Formando un corazón con las palabras.

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