sábado, julio 11, 2009

De los cerdos que bailan en los sueños

Lunes, 6/09

Esa noche lo comprendí. Mi vista emponzoñada y mis manos tímidas no me permiteron sentir la delgada línea que separa la verdad de la apariencia. De cualquier forma, me siento tan bien, siento la línea final sobre el nuevo comienzo y veo la gran caja de regalo al borde.
Tú necesitas una canción de cuna reconfortante. Lo siento, no soy buena para cantar tales melodías y estoy hambienta. Justo esta noche, resulta, tengo una cena, hay mucho que decir y comer. Tanta abundancia sobre la mesa: salado, dulce, amargo, agridulce, ácido. Mmm!
¿Cómo hablar con alguien que no entiende el diálogo y que sólo escuha parcialmente? Que pena! -tu ego-...tengo la luz verde
“Nolite dare sanctum canibus neque mittatis margaritas vestras ante porcos, ne forte conculcent eas pedibus suis et conversi dirumpant vos. (Matthaeum 7:6)”
Lo que sería traducido: "No des a los perros lo que es sagrado, ni arrojes perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, las despedacen"
Bien!
De los cerdos que bailan en los sueños, tan acompasados, a los que en el lodo se revuelcan, tantas veces sin sentir. Prefiero los del mundo onírico donde las perlas se arrojan sin límites.

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