miércoles, julio 22, 2009

Correspondencia


Hola mi estimado andariego!

Espero que estés disfrutando el calor del verano. Aquí todo va acomodándose. Estoy ya en el proceso de titulación y recorriendo en un abandono feliz el círculo estrecho de mi vida, sin pensar en el mañana y sin ver en la caída de las hojas de los árboles la proximidad del invierno.

Ya salpiqué algunos colores, el collage es bello. Y que sea bello o al menos fútil, porque como diría Nietzsche, la futilidad tiene de común con la belleza la indiferencia hacia la utilidad, y eso es libertad, vida. Me embelese sentirlo aunque en ocasiones el óleo se torne seco, pegajoso; las imágenes repetitivas y las frases huecas.

En fin, esta brisita veraniega te envía un enorme abrazo colorido desde el centro de esta ciudad, en espera de palabras tuyas.

Seamos fútiles!

Por cierto, tomarás el navío?

Se te extraña, besos.


(Imagen: La despedida, Remedios Varo)

2 comentarios:

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  2. Que bella carta, me gusta lo de Nietzche, el común entre la belleza y futilidad.

    El cuadro de Remedios es fuerte, me gusta, así son las despedidas, podrían pensarse que cuando alguien va por el mundo, como el andariego al que le escribes, se va acostumbrando a las despedidas y, con la costumbre, las sombras empiezan a diluirse; tal vez por la futilidad de la despedida, por la esperanza del rencuentro o por resignación a la vida.

    Lo cierto es que uno carga con sus sobras, algunas más largas que otras y, aunque se piense que como sobras que son no pesan, sólo el que camina sabe la carga de lo que arrastra.

    Es posible que la madurez no sea más que eso, cansancio.

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