Después de traspapelar los primeros días de agosto, al 24 de agosto -mi cumpleaños-, al 5, 10, que de la gran res saqué todos los bisteces para que no hubiera duda que hay una inquietud con nombre y sabor, al 13 de septiembre en que la inquietud se convirtió en palabra en una conversación amorosa entre amigas, al 23 de septiembre que estaba entre la incertidumbre y la pasión y pensé en contarte, al día de hoy que la llamada se materalizó vía telefónica.
-Hola. ¿Cómo estas?-
-¿Quién habla?- río.
- Bien sabes quién habla, jaja, ¿cómo estas?-
-Ya entiendo. Llamas por lo de ayer- contestó respondiendo lo extraño de la llamada.
-No. Quería invitarte a...
Fantástica, fascinante, febril, fecunda. La luna, llena, y ese halo de brillo descomunal propio de los días de octubre, me aniquila. No dejaré esas lunas con tu ausencia, iré por ti para grabar en sus cráteres nuestra historia con sabor a otoño.
-Hola. ¿Cómo estas?-
-¿Quién habla?- río.
- Bien sabes quién habla, jaja, ¿cómo estas?-
-Ya entiendo. Llamas por lo de ayer- contestó respondiendo lo extraño de la llamada.
-No. Quería invitarte a...
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Fantástica, fascinante, febril, fecunda. La luna, llena, y ese halo de brillo descomunal propio de los días de octubre, me aniquila. No dejaré esas lunas con tu ausencia, iré por ti para grabar en sus cráteres nuestra historia con sabor a otoño.
¿Leo emoción? o me proyecto en tu blog. No sé en qué momento nos perdimos otra vez, pero ya estomos distantes, de nuevo (valga la redundancia). Sigue mirando esa luna, ahora la de octubre es más grande e hipnótica. Mírala y preguntate muchas cosas.
ResponderBorrarje, Sí lo estoy, no te proyectas, me lees muy bien...Lo estoy y hago cosas tan peculiares y estúpidas, jaja...Me da nervios ver como se desvanece el tiempo y sentir que no lo estoy viviendo del todo...como quisiera...y el corazón...
ResponderBorrarGracias Fer, me aprovecharé de octubre, preguntaré y te veré también.
Un abrazo, te extraño y también nuestras pláticas de café monitoril!