Hace mucho tiempo no estaba formada en una fila, había olvidado lo pintoresco que es esperar con otras personas, mientras estas se quejan de algo, se preparan para su entrevista, sueñan con lo que harán de conseguir lo que piden, a la vez que demuestran a los demás para convencerse a sí mismos que merecen estar ahí. Así, pasaron dos horas, larguísimas, de una fila a otra, de revisión en revisión.
Nada de visa, "eres una buena candidata, pero por esta ocasión te la tengo que negar. La legislación es muy estrcita y tú..."(bla, bla, bla). Yo cumplí, puntual a la cita de lo que sabría podría cambiar mi vida. Y la cambió, me costó $2,500 pesos, mismos que hubiése preferido destinarlos al viaje a la tierra de los hongos y el peyote.
Al otro día, a la misma hora en la que salí de la embajada, llamó mi amigo de rictus londinense para decirme:
-¿El andariego?- a lo cual reí y tapé con palabras el nerviosismo de ser descubierta.
-¿Sí?, que bueno que me llamas, justo ayer pensaba en ti pues resulta que fui a pedir mi visa y me la negaron, supongo como tú, no regresaré hasta que mi vida cambie significativamente, jaja...y bueno me encuentro a punto de entrar a dar clase de Geografía y ya sabes cómo son los chicos de prepa, precoces, distraídos y simples...
Enseguida me interrumpió y dijo: -Yo quería felicitarte, eres una ganadora.
Quedé atónita.
-Tu historia quedó en tercer lugar-festejó.
-¿Cómo? ¿En serio?, jaja, ¡Qué cosa tan rara!- cada una de las expresiones acompañada por cada una de las fases de asimilación de una noticia.
-Sí, muchas felicidades...
-Gracias. Sabes que eso es de todos pero mejor festejemos hasta que sea oficial. ¡No lo puedo creer! Esa historia fue la locura que te conté, a mi estilo, rara, de ensueño-
-Ya es oficial, llego la notificación del jurado-
-Ja, ¡qué raro!
-Tenemos que festejar-
-El viernes hay fiesta, nos podemos reunir...
(fin de la llamada)
No volaremos, a cambio disfrutaremos de los senderos a pie y los paisajes terrenales. No será fuera de México, como se había pensado pero me quedo con el reconocimiento que me llevará al sureste mexicano, que poco he visitado. En fin, me gusta viajar, será autobús en lugar de avión.
Siempre me han gustado los días 27. Shhh!!!
Nada de visa, "eres una buena candidata, pero por esta ocasión te la tengo que negar. La legislación es muy estrcita y tú..."(bla, bla, bla). Yo cumplí, puntual a la cita de lo que sabría podría cambiar mi vida. Y la cambió, me costó $2,500 pesos, mismos que hubiése preferido destinarlos al viaje a la tierra de los hongos y el peyote.
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Al otro día, a la misma hora en la que salí de la embajada, llamó mi amigo de rictus londinense para decirme:
-¿El andariego?- a lo cual reí y tapé con palabras el nerviosismo de ser descubierta.
-¿Sí?, que bueno que me llamas, justo ayer pensaba en ti pues resulta que fui a pedir mi visa y me la negaron, supongo como tú, no regresaré hasta que mi vida cambie significativamente, jaja...y bueno me encuentro a punto de entrar a dar clase de Geografía y ya sabes cómo son los chicos de prepa, precoces, distraídos y simples...
Enseguida me interrumpió y dijo: -Yo quería felicitarte, eres una ganadora.
Quedé atónita.
-Tu historia quedó en tercer lugar-festejó.
-¿Cómo? ¿En serio?, jaja, ¡Qué cosa tan rara!- cada una de las expresiones acompañada por cada una de las fases de asimilación de una noticia.
-Sí, muchas felicidades...
-Gracias. Sabes que eso es de todos pero mejor festejemos hasta que sea oficial. ¡No lo puedo creer! Esa historia fue la locura que te conté, a mi estilo, rara, de ensueño-
-Ya es oficial, llego la notificación del jurado-
-Ja, ¡qué raro!
-Tenemos que festejar-
-El viernes hay fiesta, nos podemos reunir...
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No volaremos, a cambio disfrutaremos de los senderos a pie y los paisajes terrenales. No será fuera de México, como se había pensado pero me quedo con el reconocimiento que me llevará al sureste mexicano, que poco he visitado. En fin, me gusta viajar, será autobús en lugar de avión.
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Siempre me han gustado los días 27. Shhh!!!