sábado, noviembre 21, 2009

Estos días pesados...

Ya no puedo quedarme entre las sábanas, me levanto apenas un surco de luz atraviesa mis púpilas, corro de inmediato a la regadera porque a mí socorren presurosos todos esos momentos encapsulados. Apenas cierro los párpados y llueven los recuerdos, esos que teñimos con naturalidad, extrañeza y complicidad a lo largo de este tiempo. No concibo las mañanas sin tu luz, las tardes sin tu mirada, las noches sin tu risa...vivo un tiempo sin tiempo, no tengo apetito.

No me gusta el café y he bebido más tazas que nunca. Siento un enorme hoyo en el estómago, como y me queda un abismal vacío al estar probando estos manjares sin tus percepciones culinarias, antropológicas y andariegas. Dejo la comida a medio tiempo. Mis labios se secan y las lágrimas corren de nuevo y remojan estos labios cansados de comenzar a emitir las palabras ya dichas y que sólo tu solías comprender, era nuestro código, y así quedo desvanecida en un espacio donde mis palabras son otra cosa y no alimento.
No suelo tirar lágrimas y esconder sonrisas y ese acto me es inevitable ahora que respiro tu ausencia. Tú mejor que nadie sabe que suelo ser una "oda a la felicidad", como alguna vez dijiste, pero aunque no quiero entrar en el juego de la interpretación, creo escenarios y me duele.


Ahora puedo entender mucho de lo que dijimos bajo el halo y la calma que da el saber. Ahora entiendo esas "casualidades" que tanto adujiste y yo no entendía -puesto que te comías la mitad de las palabras-. Mientras entro al CELE, alguien dice en el estrado del auditorio "los malentendidos culturales son una dimensión oculta, están más en el decir que en el hacer", rió y recuerdo aquella vez que hablábamos al bajar del taxi y de todo el enredo discursivo, el dinero, el festejo en el King's pub y nuestras sonrisas finales.
Regreso, sólo un momento. Observo, asomo mi cabeza por la ventana del CELE, veo la biblioteca, me voy de nuevo a aquella tarde que jugábamos con Mariana en las islas de CU, y reíamos de las puntadas escritas en la pequeña tabla de puntuación. Regreso, debo apurarme para alcanzar la ventanilla en la que habrán de avisarme qué día presentaré mi examen profesional, después entregar unas hojas a la Coordinación, recolectar unas firmas; estudiar y leer para el examen final de portugués, y pensar en si me teñiré para recibir el reconocimiento del relato que mandé y obtuvo el tercer lugar...para ser sincera no tengo ánimo de ver a nadie...

Qué más da todo esto. Todo esto cambiaría por ese tiempo en el que gestamos mi tesis, tu tesis; vimos partir un par de personas; nos embelesamos con la música y la literatura -esa que siempre nos sacaba de los apuros y banalidades propias del ser social-...Mi Margites, una vez más la vida nos dio una de esas sorpresas que saboreamos juntos.

***
¿Cuánta complicidad pudo crecer en nuestros soliloquios? "soledades compartidas", dirías tú.
Se me hace un lugar inhóspito, sin ti.

Me quedo con esa sonrisa que siempre dibujabas al verme, con sus atenuantes en la versión mirada cómplice, de espera, coqueta y burlona en otras ocasiones. Y teñiré de magenta, por última vez eso que acordamos.

viernes, noviembre 20, 2009

Si puedo volverte a ver



Mientras caminaba y platicaba al cielo la posibilidad de que un ave pudiera llevarte un mensaje, apareció esta canción, entre sueños una enorme mariposa se posó en una hoja de un verde inusual, enseguida pude verte y decirte lo mucho que te quiero.

miércoles, noviembre 18, 2009

Alfonso, mi Margites


Hoy regresé a casa con la felicidad de ver culminada toda la serie de procesos de titulación, de palpar y sentir las hojas de esta tesis que tantas charlas derroché, al fin en papel. Cual autómata me conecté al internet, con esa sonrisa festiva de sentir el fin de un ciclo y compartirlo con mis más cercanos peoresnada. Pasaron unos minutos, cuando a través del facebook, mi estimado perry Espinal comentaba en el perfil de uno de mis seres más queridos una especie de reconocimiento con despedida, hecho que aludí a la nostalgia que da el estar lejos de nuestra gente; sin embargo la noticia fue más allá.
Cuando accedí a la página, leí muchos mensajes de despedida, de esos que se escriben a las personas cuando ya no regresarán. Me quedé en shock, no pude contener el impulso de llorar y querer saber lo sucedido, pues apenas el martes estábamos brincando con los Ting Tings, el miércoles y jueves acordando el ir a una fiesta de "politólogos". Así llamé a varios amigos, sin respuesta, marqué a las 2:10 a.m a su casa, al teléfono de su cuarto y supe que ya no había marcha atrás.
Hoy es el día más triste. Es el momento en que me agobian tantas cosas, esto que compartíamos y de lo que tanto platicamos. De lo mucho que entraste a mi mundo, de nuestros gustos por hablar de nuestras inquietudes y acompañarnos en esta parte tan difícil del camino, en el que uno intenta e intenta y no encuentra un aliciente o una dirección que concrete el andar, en el momento en que uno se sumerge ante la presión de los ideales, el ser y el deber ser.
Y en esos, nuestros encuentros planeados, o en coincidencia, siempre encontramos la sonrisa del otro, la burla y ese compañerismo que hace más ameno el trayecto.


  • Nos conocimos en una titulación. Yo por el compromiso tácito de entregar un obsequio y una carta desde Europa; tú con el afán fraternal de ver titulado a un compañero de la generación. Te sentaste a mi lado, te pedí tu gaceta y de ahí al unísono festejo.
  • Aquel festejo de la burla por mi tío, jaja... y de"Lo niegas como Pedro al señor", me "defendías" aquella vez en casa de Edgar, jeje.
  • Sabías mis extrañas y bobas manías, al comer, cómo me gustaba aquel té, mi fascinación por lo artesanal, etc.
  • Mi Harry Haller, con ello empezamos a compartir citas, con Hesse.
  • Cuando presentamos el disco de "Gafas acústicas", un "sí gustas, estaré presentando el trabajo que hicimos", se convirtió en una reunión de amigos (Odín, Omar y David) acompañándome.
  • En mi primer cumpleaños recibí "Los Culpables", y una comida sui generis, que le precedió al secreto del dinero encontrado en el taxi.
  • Disfrutamos de pies a cabeza esa exposición en el Soumaya
  • Dijiste haberme visto un día fachosa al salir de la danza al pasar con tus amigos.
  • Alguna vez en esa fase de locura, quisiste dejarme unas donas a las 11 p.m hasta mi casa.
  • Compartimos infinidad de cafés, tés, cervezas.
  • Por ese café, en el que me dijiste por primera vez lo que sentías, y abriste tu corazón, con todo y mi abstracción en un mundo repleto de desolación e incomprensión.
  • Dijiste que me querías, en más de una ocasión pese a tu timidez, y cada una de ellas fue acompañada de unos ojos llenos de sinceridad, de amor incondicional, de pasión de compartir.
  • Porque tuviste la delicadeza de recortar las fotos de cuando salía en el periódico, de seguir con asiduidad la lectura de mis devenires, de estar siempre.
  • Por los "viernes" que nos reunimos en el 2008 y que dijiste tanto extrañabas. Cuando jugamos en las islas y perdiste, jaja.
  • Dijiste que siempre recordarías la fecha en que nos conocimos como algo valioso, escribiste: "Celebré tu cumpleaños, celebró el fin de año pero nunca dejaré de celebrar el 14 de abril, cuando te conocí".
  • Por nuestros nicks, nuestros seudónimos, nuestros enredos discursivos.
  • Por las citas y frases compartidas de nuestras lecturas, en las que se supone encontrábamos la clave para descifrar el enigma de estar aquí.
  • Vimos a Radiohead (15 de marzo 2009) en el Foro Sol porque te sobraba un boleto. Conociste a mi familia ese día, en el que te atiborré de comentarios acerca de la primera revisión que hice de tu tesis.
  • Tu parsimonia mientras yo daba "lecciones de física en el metro", y me decías burlonamente "te viste muy exquisita", jaja.
  • Me conseguiste ese libro "Este ejemplar no debe de salir de la Biblioteca", y el cual leí en unas vacaciones en algunas tardes de cantina.
  • Por escucharme horas y horas hablar de mis sueños, mis reflexiones, mis locuras, y aquellas cosas que uno no puede compartir con la gente.
  • Dijiste que tu cuarto estaba peor que el mio, lleno de cosas, periódicos viejos y demás.
  • ¿Para qué escribes? ¿cómo pretendes la desnudez si no te muestras? ¿Cuál es la intención?
  • Porque pude ser sin máscaras, decirte todo y de todo; y pudiste mostrarme parte de tu mundo.
  • Supiste aquella extraña fase de la brecha de la danza -del my heart is broken-, la meditación y el rollo de mi hambre, de las idas forzadas cuando los amigos se enamoran, de la historia del televisor quemado, del cual se dedujo la enseñanza inquietante de ¿por qué cuando las cosas, personas están uno no las valora y es cuando uno empieza a reconocerlo que la posibilidad de tener o estar se extingue-, de la cuestión de la muerte y la premonición -de lo cual me dijiste que cuando supiera algo de ti, te avisara-, me incitaste a llamar a mis musas aunque en ello tu corazón palideciera, tantas y tantas anécdotas que son el 70% de este blog.
  • Pese a las vicisitudes y a lo agrio de mi hablar, siempre permaneciste, con todo y que tuviste tus fases de desazón.
  • Compartimos esta complicidad del blog, fuiste el primero en conocerlo y de ahí nacieron muchas cosas. Empezó con el preámbulo de una muerte, de una búsqueda, y a la par, en secreto -hasta septiembre- desarrollaste a Margites, aunque como dirías tú: -lo negaste como Pedro al señor-.
  • Me seguías y hacíamos juegos con las palabras y lo que decíamos, armábamos extraños discursos.
  • Nuestras pláticas de tu aspecto salado, desde aquella temporada de influenza cuando nadie te quería ver por enfermo, aquella lesión-cicatriz en la mano por tus dotes domésticos, la muerte de tu asesora y con ello la caída del proyecto papitt, las peripecias con tu computadora que se negaba a dejarte avanzar en tus trabajos...
  • Los buscaminas, pláticas virtuales hasta las 3 am, y en ocasiones hasta amanecernos como aquella vez del "Sí".
  • El café en Crepísima, el hermoso lugar de crepas, videos y colores estridentes. En ese día que tampoco quería salir y te entregué el boleto de Odín, y mi tristeza empezaba agudizarse.
  • Te dije de mi viaje onírico y signado a Francia y me constaste de lo tuyo, del profesor, de los correos que esperabas.
  • Agradezco que hayas regresado, cuando te dije que nuestro camino tal vez era otro que habríamos de conocer, esa confusión permitió que regresaras y mantenerte así.
  • De nuestras correspondencia desde tu exilio en la selva y mi exilio citadino. Y del viaje del cual me obsequiaste un chal blanco que tanto me gustó.
  • Dijiste y siempre estuviste al pendiente para ayudarme a pintar mi cuarto magenta, claro con la promesa de unas cervecitas.
  • Por los tarros compartidos con Odin, aquel día que me querían secuestrar, jeje y me bajé en eje central.
  • Mi cuarto de siglo, al cual sólo asistieron 5 amigos. Aquella tarde luminosa pasaste por nosotros. Disfrutaste la cochinita, la cerveza, y celebraste "qué rica está la cochinita" y "que buena onda es tu familia".
  • Tengo una hermosa carta, llena de entrega y un libro envuelto en una cajita naranja que delicadamente armaste a manera de collage.
  • Nunca guardaste nada: -No me importa, tengo que sacarlo, esto es lo que siento y ya sé, pero ahora lo siento con más fuerza-.
  • Un libro prestado aún cuando dijiste no soler hacerlo por aquello de que no los regresan.
  • Dijiste que cualquiera se sentiría halagado con las palabras vertidas en este blog.
  • Jeje, por tu peculiar forma de manejar ese chevy azul, viéndome en lugar de vislumbrar el camino; y aquella cadena de manejada inversa en carril de metrobus.
  • El pshyco sonido de tu celular que era para estresar a toda una comunidad.
  • Te compartí mis historias desde su génesis, eras seguidor de mis escritos....jeje, sabías los títulos que ni yo recordaba.
  • Por acompañarme a la titulación de kar. Y aquella tercera ocasión, en la cual pasamos horas en el tráfico, de perisur a mi casa, donde compartí de nuevo lo que pasaba en mí.
  • Me mostraste tu cicatriz y te dije que no era tan terrible, jeje, y me burlé diciendote 'que buen truco, eh, para no lavar ya los trastes'.
  • Porque siempre te tuve confianza, porque no había pena entre nosotros, ni velos ni ocultamientos.
  • Porque mi tristeza te dolía, y me impulsabas e incitabas cuando veías asomarse aquellas pupilas.
  • Por impulsarme en el portugués, reirte de mi y mis anécdotas de clase.
  • Corriste a la hemeroteca para ver el periódico en el que se anunciaba mi tercer lugar en el concurso de relatos de ADO; yo corrí cuando creía llegar tarde a nuestras tertulias.
  • Los aullidos al estilo Shakira cuando nos burlábamos de la futilidad de las canciones pop.
  • Porque mucho de esa tesis te lo mostré, me comentaste y sugeriste. Aquel día que te secuestramos y te dejamos en Coyoacan.
  • Dijiste y me ofreciste tu ayuda para abordar la cuestión indígena en mi tesis. Los pueblos originarios y los indígenas nos unieron en más de una cuestión.
  • De la peluca "closer" que hoy me recordo juan, dijiste que era muy padre, y sexy, y la fascinación por el disfraz. Del "Hello stranger".
  • El absinthe, de la cual éramos fans, esa hada verde que nunca bebimos y te contaba cada que la ingería sin tener que explicar que bebida era. Un pequeño secreto que coincidió.
  • Porque aquel día en que éramos los insurrectos cuidadores de una extraña manta en el "F", conociste a mi amiga Tania y ante ella prometiste lo del francés e ir avanzando a tu tesis.
  • Por las pláticas y comentarios finales a mi tesis en los atardeceres de la Facultad, aquel último con Omar y Jav.
  • Te reías de mis desgracias capilares, que siempre aplaudiste y quisiste conocer. Con aquella sonrisa acompañada de golpes con el brazo en busca de complicidad.
  • Te agrado el viraje de güereja a peliroja sexy, jeje.
  • Tú ¿Y eso qué? que repetías para incitar mi apatía.
  • Por tu sonrisa y mirada burlona, tierna, de entrega, de amor que me obsequiaste aquel día de los Ting Tings.
  • Por los super tacos de Pilares -a los que fui hoy- , donde comiste una gringa y una cerveza, jeje, reíste, y permanecimos horas observando lo del señor del taxi.
  • Porque tus facciones me asimilaban a un rey maya , y eso se me hacia peculiar. Bello, sobretodo por tus inclinaciones ideológicas.
  • Justo el lunes seleccioné las fotos que imprimiría, 1750 que espero reducir, y entre ellas estaba aquella del periódico que te prometí hace un año (19 de noviembre de 2008), de la cual hablamos aquella última tarde en la facultad. Debo decir que me dio vergüenza firmarla cuando me llevaste la original, de esa vergüenza chistosa, pensé sería una sangrona creída al firmarla.
Hablabas justo en el momento indicado,cuando algo sucedía.
Nunca tuviste limites ni privaciones para mi.

Mientras escribo me socorre el hartazgo de pensar que te has ido para siempre...

***
Me llamaste el lunes, muy alegre y misterioso, cuando regresaba de iztapan y tu venías de santa fe, entendí el misterio cuando me invitaste al concierto.
Disfruté de tu extraño baile con lo Ting Tings, de tu sonrisa en busca de complicidad, de tú cámara "negra", y de tu abrazo y continuo reír que me pareció extraño. Ese día también dijiste que mi cabello estaba perfecto, que te agradaba y a mis comentarios negativos decías: -eso qué-. Incluso reafirmamos que podría ser bastante sexy cuando el taquero se sintió atraído por mí, claro con la burla de que eso era porque el tono de mi cabello le era familiar, por ser del color del trompo de tacos.
Me llamaste el miércoles, el jueves hasta que se te agotó el crédito. Pensé en llamarte el sábado pero mi ego de ver o no ver no me dejo salir. Sabías lo desangelado que estaba todo esto.
Tu sonrisa ese último día fue genial, estabas a gusto, nos amanecimos viendo a unos tipos pelearse y te dije que lo llevaras a su casa, estuvimos así hasta las 3 am, y siempre me observaste con extrañeza alegre y jugamos a crear historias...Antes de bajar del carro dijiste lo del sábado. Y de verdad lamento no haber podido acompañarte, había algo de desidia, desazón -eso que me está atacando, la trsiteza y eso que me consume ahora-. Y aunque lo del cumpleaños de mi papá era motivo más no determinante, como bien dijiste lo tuyo era en la noche, pero en tu insistencia había algo de regreso en mi, de pensar en gato encerrado puesto que tu insistencia era extraña.

***

Mi compañero de declaraciones hasta las más recónditas, de andanzas -de la Roma, al CELE, de la Facultad, al estadio, de la casa de mi abuela, a mi casa, de las tardes en Copilco, Coyoacan, en Loreto,...-Gracias por las llamadas, por el estar pendiente de mi y mis amigos -el cumple de novio de maribel, las titulaciones, el portugués, todo-
Sólo espero perdones mi egoismo, mi estrabismo, mi falta de tacto -mejoraré lo prometo-, yo sé que me entendías así como yo te entendía a ti cuando estabas molesto, triste, acongojado, misterioso y radiante. Mi mejor conciencia y acervo, mi confidente y desnudez, la revelación de mi mundo sin pena.
Gracias por tu compañia siempre puntual.
Gracias a mi sultán de Coyoacan, jefe de los barrios de la zona; de su exquisitamente encantadora o encantadoramente exquisita Adriana.
Gracias por lo de la tesis, ahora sé quien fue el angelito.

***
"Y llegarás a tiempo, recuerda que el tiempo es otra cosa, y no eso que mide...", te dije el 14 de agosto de este año, pero no logro comprender esto del tiempo me gustaría fuera diferente; pero bien dijiste "Jeje Al parecer todo esta calculado, no me trataba de escapar, simplemente llegar tarde, jejeje, uno nunca escapa" (al tiempo).
Y pienso, en ¿por qué tenía que suceder así? Éramos los buitres de las titulaciones, de tus amigos y los míos. Sería mi titulación, la de Jav, la de Omar y la tuya...Mi titulación no será lo mismo, con tu ausencia, recuerdo cómo llegábamos puntuales y nos sentábamos en la tercera fila de arriba a abajo; mientras reíamos, hacíamos muecas y expresiones acordes a lo que preguntaban y respondían.
No será igual sin ti, nada. Doy gracias por haber compartido tantas cosas en este sendero pedregoso, nadie como tú para escuchar y platicar -donde no importaba la falta de lógica en las palabras o el sabor de estas, siempre había una forma de guisarlas contigo, y eso lo hacía más dulce y comprensible-. Te extraño, echaré de menos tu sonrisa, tu mirada rasgada y sincera, así como la alimentación y complicidad que logramos con los comentarios mutuos. Porque me entregaste tu corazón, tu confianza, tu cariño y tu tiempo aquí. Espero haberte entregado alegrías y todo aquello que sabe. Te quiero infinitamente, recordáis!
Intentaré, el "no te quedes con nada" que tanto propulsamos, y te alcanzaré en cuanto pueda " la vida es sueño". No sé cómo hacerlo, ahora...




lunes, noviembre 16, 2009

El amor desde la ventana en las cornisas


El miércoles regresábamos del concierto de los Ting Tings. Del Metropolitan a los tacos de Pilares, nuestro paso obligado por Tlalpan, lugar de compra venta de placer -mientras recorríamos en el automotor azul dicha avenida, debatíamos lo conveniente de acercarnos a preguntar costos, la impertinencia del conductor de querer resolver mis dudas me llevó a un colapso de nervios... finalmente nos alejamos y sólo pensamos en ¿Cómo es que funciona el negocio y quiénes lo sostienen, o qué es lo que sostiene (¿son los sentimientos?¿la necesidad de contacto físico?¿placer reprimido en busca de una fuga?¿soledad?¿dinero?,etc.)-.
Ya en los tacos, de la burla ante la mirada de gusto del taquero a la reflexión de cómo en un instante una mirada se prende de ti. Al destino final con el sujeto convulsionándose. He ahí el sentimiento en sus diversas fases: el placer, el gusto momentáneo, el amor en sus diversas fases temporales y desde varias perspectivas: la aprehensión, la comunión, la compañía, la complicidad, el hartazgo, el drama, el berrinche, la inclusión de terceros, la apatía, la culpa, la compasión, etc, etc.

El destino final: Mi casa. Afuera, tirado en la calle se encontraba un ser semi convulsionándose. Su aspecto o mejor dicho su forma era similar a la de un indigente, obeso y tosco. Retorciéndose permaneció alrededor de cinco minutos, le comenté a mi acompañante lo prudente que sería darle un ray a su casa, a lo cual con su mirada incrédula respondió:

-Si estuviera igual que él puede ser, pero así no. Ya me lleva delantera-
Reí, por supuesto. Y seguimos observando por más de hora y media lo que allí explotó.
Llegó una chica compujida y del brazo de una mujer mayor -al parecer su tía-. Mientras la joven observaba el bulto tirado, la otra recogía la sudadera que se encontraba un metro más adelante. ¿Qué sucedió?
Bajamos la ventanilla sigilosamente, con entero descaro para escuchar los diálogos de aquel trío:

Fase 1:

él dice haberse emborrachado por ella; ella se siente halagada ante tal acto; su tía no comprende cómo alguien puede creer que de esa forma será perdonado.

Fase 2:

él le reclama a ella por su estado, le grita y le repite más de una vez mientras agita su mano con la cartera abierta: -si es por dinero, aquí está-; ella retrocede y lo mira decepcionada, mientras la culpabilidad se apodera de su sentir; la tía le inquiere en más de una ocasión la pertinencia de dejarlo allí.

Fase 3:

él le pide que lo escuche, le ruega, le recuerda que la ama y que no resistiría su abandono; ella lo ve con compasión, y en un acto de autocomplacencia lo abraza, mientras comienza a deseperarse; la tía permanece en una esquina observando la calle y a los aquí presentes quienes fingen no estar al pendiente de lo que sucede.

Fase 4:

él se tranquiliza con el abrazo y cede a la proposición de irse a su casa; ella busca con desesperación un taxi para que aquel show termine pronto; la tía regresa a casa con la tranquilidad de ver terminado aquello.

Fase 5:

él sube al taxi cual animalito domesticado, sin repelar, con la cola entre las patas y la columna encorvada; ella sonríe y finge estar bien con él; la tía aún no regresa. El taxi espera mientras se despiden, claro el taximetro corre oportunamente, es la espera mercenaria.

Fase 6:

él siente una especie de frustración de no haber conseguido en su totalidad el efecto deseado con su actuar; ella regresa con la tranquilidad de haber aniquilado tan penosa situación; la tía se vislumbra en la orilla de la calle; el taxi rerocede y él sale expulsado atrás de ella.

Fase 7:

él se pende de uno de los brazos de ella; ella con el hartazgo corriendo por sus venas, lo ignora, lo evita y le entrega la espalda; el taxi espera, la tía se acerca.

Fase 8:

él la persigue, queda justo a un costado del automotor en el que permanecemos inermes fingiendo no percibir lo que afuera sucede. Ella alcanza a su tía y van camino a casa. El taxi con su andar lento persigue al sujeto.

Fase 9:

El taxi da más de 3 vueltas mientras sigue los pasos de él; él se posa frente a la entrada de la casa de ella; ella con el mayor de sus desprecios le grita que le deje en paz; la tía permanece en el marco de la puerta; al fondo un patrulla aparece. Nosotros observamos ahora desde el retrovisor.

Fase 10:

-¡Ya estuvo bueno, no!, ¿Qué te pasa?- gritan con encono y rabia, es una voz masculina, agresiva.
No percibimos a través del estrecho retrovisor, giramos nuestro cuello pero un árbol entorpece la visión. Ellas están detrás del árbol, la patrulla a un lado, el taxi avanza y en ese cambio de dirección cae en un bache frente a nuestro automotor, el tssssss comienza a desvanecer la redonda forma de la llanta.

Fase 11:

Se escucha un fuerte golpe, enseguida él sale corriendo espigado como si nunca hubiese estado bebido zizagueando como en los minutos antecesores; ella y la tía mantienen los brazos cruzados; la patrulla la puerta abierta; y nosotros no entendimos el final de la historia, es decir quién le dio el carpetazo definitivo a la claqueta.

Fase 12:

Nos observamos, hacemos hipótesis y señaló:
-¡Que pena! Cómo es esto del amor, ¿no? Todo hubiera terminado si lo hubieras llevado como te dije, jajaja-
-jaja, no, no creo. Estaba muy mal como para saber dónde vivía y yo sólo, no, no- contestó
- Qué cosas, por eso debemos estar felices de no tener pareja, puros rollos y todo un teatro- sentencié
Mientras hablaba me observaba. Su mirada penetraba como la luz matinal baña los días, con ese calor que acompaña, nutre, embelese y se entrega a placer; cual noche apagué la luz, encendí las estrellas y huí tomándome de la luna.
-A veces la gente es ciega- dijo para sazonar mi frase.
Analicé el amor desde la ventana, teniendo unos ojos embelesados en la cornisa, llenos de amor y del gusto de compartir ese tiempo-espacio. Temí y salí del auto.

-¿Qué harás el sábado?-murmuró mientras la puerta se cerraba.

No lo sé, dije torpemente con señas, con una mano torpemente buscando las llaves y con la otra que no lograba ocultar el nerviosismo dejaba entredicho "llámame".

Y llegó a mí esta canción mientras escribía y reflexionaba, y me sorprendía de lo efímera que es la vida, cuando no sabemos que en un segundo se extingue, y que aún en plena juventud puedes no despertar como sucedió con Antonio de Nigris, del cual era fan.

We've been through this
Such a long long time
Just tryin' to kill the pain

But lovers always come
And lovers always go
And no one's really sure
Who's lettin' go today
Walking away

...
I know it's hard to keep an open heart
When even friends seem out to harm you


Y espero, lograrlo, dejar de contenerme y preocuparme por distinguir aquello, porque me angustia pensar que no me doy cuenta de las cosas hasta que es demasiado tarde...ello es una cosntante; así también abatir las ideas de los adioses y bienvenidas forzadas.


miércoles, noviembre 11, 2009

The ting tings


Les comparto un video, con juego de luces y sonido estridente de esta agrupación. Muy divertido el concierto y excelente acústica la del Metropolitan para los 60 minutos que deleitaron con los acordes simples y alegres de sus canciones.

sábado, noviembre 07, 2009

Ahora en versión Tangerine


Dije, sería la última vez pero aquí estoy ahora en versión naranja, dulceácida, jugosita, más pecosa. Después de granjearme los apodos de "alemana", le hago honor a quienes me llaman "Clementine" con esta nueva versión de mi. Esta vez, sí será la última...
Mis peores decisiones siempre han tenido que ver con el corte de cabello, jaja...pero hay cosas más importantes que esto. Voy sintiéndome mejor.

martes, noviembre 03, 2009

Cumple misael, quinto voto, todo para festejar!

Después de las maratónicas jornadas para realizar los trámites de titulación, después de errores, cambios de título, firmas dobles...por fin he conseguido mi quinto voto -por segunda ocasión-. Todo en un día, claro, permanecí cual general en la Facultad. Y nada mejor que cerrarlo festejando a un gran amigo, Misael. ¡Feliz cumpleaños hermano!

Día de muertos



Honro a mis muertos. La muerte con su peculiar olor y sus indefinidas formas siempre me ha ayudado a superar las pérdidas, hace que el sentimiento más putrefacto sea generador de amor, paz y resurgimiento.
Soy asidua a visitar a mis seres en las temporadas en que el cielo con su soberbio azul ilumina y quema la tierra.

Semanas antes de la celebración de Día de muertos, preparo lo que he de ofrecerles en su visita, Así, cuidadosamente elijo los alimentos, las bebidas y decoro el altar con fotos, acompaño con los 4 elementos de la naturaleza -fuego, tierra, agua y viento-, y suelo quedarme trasnochando acompasada por la música que sé es de su agrado.
Hacer todo ello, me genera una conexión, un deseo de paz y de continuidad para con mis seres queridos adelantados en el camino. De ellos me alimento, y mucho de lo que generó es a través de esos sentimientos propios del adiós. Estoy llena de nostalgia y de su amor.

Notas (4.dic.08)

Y la muerte no es precisamente lo definitivo, el fin sino el momento, el presente. Cuando siento, cuando respiro, cuando me falta el aire, cuando mi corazón late acelerado...ese instante cuando sé que algo vivo se apaga, cuando ese extraño candor se desvanece-.

Lloro. El morir como un acto, un tiempo que sabemos marcará lo que sigue -llámese futuro (para efectos de planeación), el mañana (para los inmediatistas), el alud (para mí)- que es el preámbulo de la resurrección: el aprender.

En mi vida he muerto 3 veces: 2 espiritualmente -las más dolorosas- y una más que podría agregar por mi falta de cuidado. Nunca he sentido más dolor que en la primera muerte, de ahí mucho de lo que ahora soy. Difícilmente alguien podría mantenerse sano.-...Elijo seguir sola con mis muertes que alimentan de sobremanera mis sueños y en busca de más incendios que sé están esperándome...