viernes, diciembre 31, 2010

Adiós 2010


2010. Recuerdo cuando de niña recostada en el sillón con la mirada al techo me preguntaba ¿cómo seré en el 2005, 2010, 2017...? ¿dónde estaré? Así podía pasar horas. Siempre atinaba a imaginarme cada vez mejor...más alta, espigada, elegante, independiente, con un portafolio en la mano, viajando y siempre sonriendo.

Pocas veces he sentido lo que la imaginación me proveía, el tiempo hace lo propio, la vida va cada segundo transformándose, uno cambia. Ya no siento la emoción ni la ansiedad de saber cómo seré, dónde estaré...sólo un poco de nostalgia queda.

Adiós 2010 con tu depresión, tus lágrimas, trabajo, achaques, encuentros y desencuentros, te despido en grande porque me ayudaste tanto a salir adelante, en tu oscuridad encontré grandes sombras y luces. Gracias a mis amigos, a la lectura, a mis alumnos, a mi familia, a la música, la vida en video, a mi familia extendida...sin ustedes, sin su palabra, sin su mirada, sin su inquietud no hubiese sido tan sencillo andar de nuevo.

Me quedo con:

  • Mis alumnos queridos que como alimentan los días siempre con su ligereza, a ellos debo mi regreso.
  • David, su eterna compañía siempre dispuesto a compartir una plática, una comida o una vista. Me quedo con su sentimiento, su música y su palabra escrita...y los atardeceres en el lugar de las mariposas. Gracias por dibujar un corazón dentro de mí. Nos debemos un viaje, eh!
  • Lucio y los domingos con nuestras apuestas, juegos de dominó y toda la familia y amigos jugando, tomando y compartiendo. Amé por primera vez en muchos años los domingos -los Ponchs, Chilaquil, José...etc, etc- (Sigue la apuesta...jeje)
  • Richie todo Richie, tú ánimo, tu literatura, tu pensamiento y todo aquello que se comparte...sin olvidar la sonrisa y el consejo o viaje siempre en tiempo...Xib'al'ba, Madero...sueños...El libro de la imaginación :) Gracias, siempre.
  • Penny con su sonrisa, su ánimo, su fiesta all-time "todos míos", sus sueños, el sushi...a tu lado todo parece más sencillo...sos un cafre, cómo olvidar cuando te metiste en el paradero de Tasqueña, jajaja.
  • Sisio por su confianza, su corazón abierto, su pasión para vivir el momento, por siempre estar...Gracias también por mis regalos, mis flores, mi cuadro, el quetzal, todo lo material pero más aún por tenerme siempre presente y estar en constante búsqueda para compartir.
  • Diana y su rock, su sonrisa nerviosa-traviesa que a cómo me mata de risa, su buena música y actitud siempre positiva.
  • Enrique y sus noches, compartiendo el depa con la banduche 69. Por sus inquietudes, su arte y su amor al arte. Me debes un vinito mi Kiks...
  • Juan su música, su voz, los conciertos, y algunas palabras, jajaja. La confianza, la verdad y el compartir. Me debes una peluca, no lo he olvidado...gané de una manera soberbia, jajaja.
  • Gus y esos siempre tan deleitosos viajes, llenos de aventura y carcajadas. Siempre viajeros, en no lugares que se hacen confortables con tu palabra y tu mirada coqueto-sincera.
  • Omi y Robbie sus enormes sonrisas y su hospitalidad. Mención a parte a ti Robbie por los molletes a media noche, mmm...Y a Omi por su ligereza, y sinceridad, por compartir siempre lo que se tiene...55 kilos me debes un té
  • Serge...su música, su alma y ese humor tan lúdico, tan ágil, tan divertido...imposible no reir y reflexionar, vaya cosa! Mi Serge por ese café, helado y las muchas carcajadas, palabras, y miradas cómplice...
  • Fer my soulmate, un año difícil pero contigo sé que puedo derramar la lágrima y encontrar cobijo en la lluvia torrencial...y después sonreir y saltar en los charcos, te quiero mucho, y ánimo que ya acabó y viene...algo viene...
  • Fer trotamundos, amo tus viajes y tu desprendimiento, muy divertida la anécdota y el mundo compartido.
  • Aarón por compartir su mundo, escuchar siempre mis incoherencias y por ayudarme a levantar la sonrisa caída. Por eso regalos entregados con el corazón: mi medalla, las palabras, el tiempo...
  • Adolfo por su "buena vibra", su tranquilidad y su locura empastillada -como la mía, jeje-...y por cómo lo disfruto a través de la web.
  • Mario por su presencia siempre. Los buenos momentos, los amargos...los conciertos, las burlas, y cómo le platicamos este 2010...lo bueno es que entre periodistas y nosotros en particular "manejamos muchos temas", jajaja.
  • Héctor y su presencia-ausencia siempre oportuna como en los sueños. Gracias por mi rescate este año, cómo olvidar mi "Leaving Las Vegas"...
  • Jav por las sonrisas, los planes y las chelas que siempre termina debiendo, jajaja. Gracias por mi pequeña "Bestia" que me divierte y entretiene tanto, sigue igual de loquita que desde el primer día, siempre saltando y buscando la fuga...que conste que así llegó...nada de "todo se parece a su dueño".
  • Tania y su masaje de pecho, jajaja. Su sinceridad y su buen mood pa' compartir siempre.

A todos ustedes por depositar su corazón, su tiempo, sus logros y pesares en este ser que ama compartir con ustedes este espacio.


miércoles, diciembre 15, 2010

Una historia de desamor

IX.


En la tarde quieta las sombras de los árboles juegan a esconderse. En mi corazón juegan las penas, los sueños, los deseos.

Jaime Sabines, Como pájaros perdidos.


El nombre de esta entrada resulta poco original, nada de que extrañarse en este tiempo en el que lo común es encontrar seres con nulas intenciones de comprometerse con algo, llámese amor, pareja, trabajo, familia, etc. El 70% de mis amigos están en la soltería, recién "dejados" o ya agriados de tanto tiempo sin pareja...de desamor está tapizado el ambiente...

Amor, ¿qué es eso?, ¿qué es el amor?...es historia. Va una más de desamor y de muerte...


Un árbol de espeso follaje lleva vida y dolor en su rama más ligera. El cuerpo con los ojos hinchados y la expresión estirada. Aquella tarde había estado llorando, había llenado vasos con la amargura de su amor no correspondido. Como cada viernes se habían reunido a propósito del cumpleaños de Miguel, todos los amigos estarían allí, ella estaría allí también. Ulises con la esperanza abrazándole se esmeró, afeitó su escaso bigote, compró la loción aquella, arregló su pantalón y playera para la fiesta de la noche donde sabía la encontraría. Convenció a su hermana para que lo acompañara, le daba un poco de temor llegar y no poder acercarse a ella. Ansioso observaba el reloj del comedor quería llamarla y correr a su encuentro, comió presuroso, poco decía; su mamá le observaba con la misma ansia pero de escuchar sus planes. Ninguna de las dos cosas sucedieron, ni él llamó, ni ella pudo escuchar palabra alguna de él.

Las 6, agonizaba ya la tarde, su hermana no llegaba. Le llamó al celular, iba un poco retrasada dijo, su ansia se multiplicó. A las 8:30 estaban ya a la puerta del festejado de esa noche, los saludos habituales, la música estridente, las chicas con estoperoles y blusitas ajustadas. Caminaron al fondo, un par de cervezas, apostados en la esquina donde se resguardaba y servía la bebida conversaban con el festejado. Ulises disimuladamente veía de tiempo en tiempo la puerta principal.

Por fin terminó la espera, Cinthia apareció, venía con Jaime. ¡Qué raro! pensó, pero qué oportuno dijo casi entre dientes. ¿Qué dices? le preguntó su hermana. Aum, que ya llegó Jaime, voy a saludarlo, apenas terminó la frase y toda la energía y ansiedad previa se convirtió en una opresión y un intenso dolor contuso.

Jaime abrazaba a Cinthia, la tomaba de la cintura y después la besaba mientras jugueteaban con las manos. Nada había qué decir. Su hermana lo abrazó, le dijo que no valía la pena hacer nada más. Mario no supo qué decir, se disculpó, y trato de cambiar e incentivarlo con otros temas, pero era demasiado tarde, la imagen se clavaría en su mente de tal manera que sería imposible hablar o sentir otra cosa.

Pasado el momento, Cinthia y Jaime se acercaron al área de las bebidas, se miraron los cuatro. Cinthia reparó unos segundos en Ulises mientras Mario, Jaime y la hermana de Ulises llevaban una plática trivial.

-Por favor, dime que no es verdad...Bueno, sabes...yo te entiendo, te amo, regresa conmigo, no importa lo que haya pasado, te quiero mucho Cinthia...es más yo te recibo si tu te das cuenta de que me quieres...aunque estés embarazada o lo que sea...te quiero tanto- gimió Ulises.

-Yo no siento nada por ti. No te quiero y no quiero estar contigo. Estoy muy bien con Jaime, no te quiero, no te necesito- lapidó con desdén.

No te quiero, tic tac tic tac, no te quiero, tic tac tic tac, no te quiero tic tac tic, se repetía sin cesar aquella frase en su cabeza, su cabeza ardía en un sudor frío imparable, y el corazón aceleraba la marcha al unísono de esas tres palabras.

De la frágil rama pendía el cuerpo aún con el balanceo de la fuerza. El pequeño monte de piedras, y la mirada incrédula de los paseantes. "Ahora vuelvo" dijo antes de cerrar la puerta del traspatio de su casa. Su hermana pensó que tomar el aire le haría bien después de tan fuerte y desagradable impresión: su mejor amigo y su ahora ex novia juntos besándose y amándose así. Y Volvió. Volvió en forma de neblina, como viento frío despertó a su padre quien llegó hasta aquel lugar de extraño bullicio matinal, al árbol de espeso follaje. De la frágil rama pendía la soga anudada al cuello de Ulises.

(Basado en una historia real. Puebla, México.)

lunes, diciembre 13, 2010

Racha de sueños

Recordar: Alguna de las mujeres, la esbelta, la más cercana o la hermana dará el mensaje.




Suppose I never, ever met you
Suppose we never fell in love

miércoles, diciembre 01, 2010

¿Será así la eternidad?


Una reunión. Hace tiempo no estaba en una. Me gusto el color durazno que bañaba el cuarto, típico de las salas de familias numerosas, allí estaba aún con la sonrisa zurcida y la mirada extraviada al exterior del cuarto.
Estábamos en círculo, todos reunidos formándolo con especial cuidado. En lo particular, no recuerdo quienes eran todas aquellas personas, excepto por la parte que apuntaba al norte. A mí lado estaba un hombre, un amigo, alguien que me es familiar y con el cual comparto tiempo a menudo, hay confianza, presiento que no es un ser ordinario, de lado izquierdo está la mamá de Alfonso y otros familiares de él -mamá, papá y una presencia femenina que consuela-.
Días antes, hace 5 noches, otra presencia femenina -no atinó a resolver si es la misma- me dijo que aquel revelaría algún mensaje a una mujer, alguna amiga tal vez.

El ambiente se tiñó de misterio en el círculo armoniosamente armado, estábamos platicando de la muerte y esas cosas. Seguía la conversación bajo esos tonos. Siempre he tenido la certeza de que viviré mucho tiempo y en este tipo de temas poco puedo decir de lo impredecible, de la suerte, de la casualidad.

Algo extraño sucedió, todo comenzó a correr lentamente, las imágenes perdían nitidez...me levanté, me despedí, y de súbito me desprendí, pero esto último sólo lo entendí a través de la mirada de la mamá de Alfonso quien compungida me vio, comprendí enseguida que veía la muerte en mí. Me extraño cuando comencé a semi elevarme, no creía lo que sucedía por la idea fija que tengo de mi permanencia-. Ella con todo el coraje de su ser derramó las primeras lágrimas -aquellas plagadas de coraje, incomprensión y mucha tristeza-. Con su mirada me detenía, tú no, por favor-.

Yo cual designio sólo seguí, no lamenté ni me aferré, sentí un placer inmenso, levité, me desprendí fue una sensación indescriptible como de bienestar, de placer, de tranquilidad, de intrascendencia, de ya nada importa ni aún viendo el dolor quise contrariar, era un flotar sin sense, no hay sensación ¿será así en la eternidad?

Los veía y no me era indiferente, pero tal vez es como si no existiése el dolor o forma de expresar eso llamado dolor. Veía ese rostro, ese dolor profundo; por otro lado sentía un placer inmenso, pero a pesar de ello en mí no había comprensión, rencor ni esa petición de cuentas que precede a las muertes.

En un tiempo más, antes de elevarme hasta el techo...regresé de golpe, me abrazó la mirada de los comensales que segundos antes lloraban. Me sentí en paz, prometí luchar por mi espacio aquí, y si viviré los años que se supone marca la línea de mi mano no lo daré por sentado con resignación sino lucharé por mi sonrisa y por la de todos aquellos que me entregan parte de su corazón. No me iré tan fácil. No me dejaré y no los dejaré, y aceptaré lo maravilloso de estar y no estar.

Allá todo parece naranja y azul. Allá no hay lo de aquí...

domingo, noviembre 28, 2010

El tiempo

Guardar memoria. Arrumbar recuerdos. Procurar olvidos. El tiempo.



Entre el mareo y la taquicardia he deseado una mañana despertar sin dolor, sin la luz quemando mis pupilas, sin esta sensación de agonía...pero la vida es así, sucede que en el sendero que uno toma para evitarlo aparece aquello; a veces creo llegar tarde y después ocurre que el tiempo es perfecto: todo sucede justo cuando uno está...
Voy caminando, voy con el tiempo, voy con el viento, voy con tu sonrisa y tu mirada de compañía, voy con mis recuerdos disfrutando el paso que alimenta este atardecer...y este ritmo que tanto me gusta...

martes, noviembre 16, 2010

Nuestro viaje


Sentir el aire correr, una multitud de pensamientos corriendo a la misma velocidad. No sé a dónde vamos, voy en el auto en el asiento de atrás cerrando los ojos, voy imaginando que este viaje es interminable. El automóvil rojo corre a más de 110 kilómetros, el conductor luce seguro de su destino, disfruta el tiempo; el copiloto disfruta de la bacanal que le ofrece la vista, el momento, la música...hermosa panorámica del mar. Yo sigo estando sin estar, sin saber a dónde llegaremos, pero si sé que no estaré.
El copiloto inquiere en mi mirada y determina mi no felicidad, me habla de aquel ser que conocí por él, me anima diciendo que a él le encantaría saber que estoy con ellos pasándola bien, extrae las palabras más bellas que jamás le he escuchado y las deposita al hermoso ser que era Alfonso. No había ocultado mi sentir pues la nostalgia llega pronto en esos tiempos de velocidad y aire, un par de lágrimas brotaron como la noche anterior en la que platicaba el copiloto sobre él.
En la playa me regala una mirada y esta canción:

...me duele tanto el llanto que tu derramas que se llena de angustia mi corazón... 
Si yo muero primero, es tu promesa, sobre de mi cadaver dejar caer todo el llanto que brote de tu tristeza y que todos se enteren de tu querer.  Si tu mueres primero, yo te prometo, escribiré la historia de nuestro amor con toda el alma llena de sentimiento; la escribire con sangre, con tinta sangre del corazon.

Llegamos, manjares y bebidas corren por la mesa. Una piña colada, la fantástica vista, esa sonrisa burlona de mi piloto que como me hace sonreír y disfrutar siempre. No dejo de mirar, me imagino como quien nunca ha conocido el mar, lo disfruto tanto...y recuerdo enseguida que desde hace un año no viajaba. Me siento feliz de estar allí, y poder llenarme del azul, del líquido, de la arena, del sentir de la mano que me acompaña siempre y me toma a ratos para recordarme que está allí, y alimentarme del pensamiento que me arropa con tanta candidez y amor.
Mi conductor me obsequia una pulsera que conservo con esa intensidad de los momentos fugaces y felices que he de recordar como un tatuaje. No suelo llevar nada en las muñecas espero ésta vez sea diferente y permanezca, me gusta su brillo, es un detalle hermoso, blanca como el coral y mi color en esta tarde.
Termina la canción y en mis pensamientos que corren al mar presurosos antes de la extinción del sol de aquel día, me queda esa sensación de plenitud, de comunión. Estoy donde quiero estar.

domingo, octubre 31, 2010

Discurso amoroso en la cocina

No sé cómo decir cuanto te extraño y cuanta falta me has hecho en este lustro sin que éstas palabras suenen sabidas, sin que éstas palabras sepan conocidas y sean confundidas con el sabor cortés con el que se mezclan las vidas y sabores.
Veo la mirada compasiva y poco comprensiva del doctor, de la extensión y distensión del corazón el doctor dice que no me preocupe pues hay temporadas de taquicardia, que no hay nada raro en ello, que el dolor de cabeza y mareo es producto de una tristeza y en otras tantas de enojo.
De un tiempo a la fecha, sufro terribles taquicardias y falta de aire, hechos que emulan suspiros al aire...como quisiera que estuvieras aquí y poder mostrarte el latido acelerado de mi corazón, que bien sé encontraría alivio con tu mirada, esa que siempre regalabas a mis locuras y padecimientos.
¿Cómo decir que te extraño? ¿Cómo no encontrarte en cada letra, canción, palabra...? ¿Cómo olvidar tu mirada y tus palabras verdeazules, siempre? ¿Cómo no añorar tu paz y certidumbre? ¿Cómo no arrojar lágrimas al cielo al saber lo mucho que falta para encontrarnos en la estación? ¿Cómo no parecer hongo alucinante si sólo estás tú, aquí, en mis no lugares y no presencias? ¿Cómo me alimento si se me agota la fuerza para rendir la temporada de cerezas?


miércoles, octubre 20, 2010

Sólo tengo ojos para Sabato


...Muchas veces la palabra huir. Huir, inherente y cómplice, viste de lentejuelas mis noches, nuestras noches, en las que te quedas. Quédate. Olvídalo. Olvida lo que digo porque seguiré huyendo, ya estaré lejos cuando llegues aquí. 2-oct
Sólo tengo ojos para Sabato y los atardeceres de té


    • ‎"En estos meses de encierro he intentado muchas veces razonar la última palabra del ciego...Al menos puedo pintar, aunque sospecho que los médicos se ríen a mis espaldas, como sospecho que se rieron durante el proceso cuando mencioné la escena de la ventana. Sólo existió un ser que entendía mi pintura..." o.O El túnel, Sabato.
      19-oct


martes, octubre 05, 2010

Sin un amor / Sabato

"Sólo existió un ser que entendía mi pintura. Mientras tanto, estos cuadros deben confirmarlos cada vez más en su estúpido punto de vista. Y los muros de este infierno serán, así, cada día más herméticos" El Túnel, Sabato.

***

Se venden flores, corazones y confites.

Qué extraña la soledad rodeada de tanta gente.
Qué circo parece el de las parejas pasear e ir al cine.
Qué ánimo bajo el de escribir del amor sin amor.

"Se renta amor. Excelentes condiciones. Interesados favor de dejar sus datos pútridos. A negociar."

De alguna forma uno tiene que reinventarse la idea del amor, con un amor.





sábado, septiembre 04, 2010

Love is blindness and can´t help falling in love

EL AMOR, esa extraña palabra vendida al primer arrebatamiento de compañía.

Veo las estrellas, rodeándonos, siguiendo de noche la ruta que el día no permite encontremos.
Veo las aves, rodeándonos, caóticas, siguiendo de día la luz cegadora que la noche extingue.

- A veces la gente es ciega- dijo con la voz firme y la mirada puesta en aquella chica de melena naranja que sintiéndose aludida observaba torpemente el parabrisas:

- Si...así pasa.

"Wise men say, only fools rush in..."

Y aún así no se puede evitar el festín de corazones rotos, de corazones bailando bajo la soledad de las luces neón. De corazones derrochadores y avaros desfilando con el gozo y el miedo.

- ¿Por qué no te quedaste?

"Some things are meant to be..."


El amor es ciego y aún así no se puede evitar enamorarse...dice con su mirada, viendo la melena naranja bajar del auto...

viernes, septiembre 03, 2010

Me gustas más...


Esta fecha está presente en mi mente, como pocas, recuerdo todo lo sucedido aquel día. Era una mañana fría con olor a invierno, cielo blanco, pocas nubes, neblina desvaneciéndose al acercarse el sol de mediodía. Estábamos en la Facultad, motivo: examen profesional de mi amiga Karina. Las 9:00 a.m, 9:15 llegué, te vi y con una sonrisa agradeciendo la compañía, entramos. Éramos pocos, y amigos de la facultad contados, estabas tú que apenas la conocías, conmigo que mucho me precedías.
Atentos, en nuestro lugar, aquel mismo donde nos conocimos un 14 de abril en el examen de otro buen colega, observábamos. Mientras comentábamos la imprudencia de cierta sinodal y sus terribles alusiones a la Ibero, el nervio del interrogatorio, y así el tiempo de espera para el veredicto: aprobada, un par de goyas y muchas sonrisas.
A la salida, el festejo, un desayuno en Perisur, al cuál dijiste lamentabas no poder ir, pero más tarde querrías encontrarme para un café, a lo cuál respondí no sería posible pues mi madre me esperaba en casa para comer. Así nos despedimos, yo corriendo para alcanzar a los comensales, y tú varado con tu mirada llena de palabras, de la cual sólo salió un: te hablo después, entonces.
-Ok, pero hoy no puedo, mejor otro día, va...corrí.

***

Mañana crepuscular, rápida y solitaria. Comíamos, y con la mala costumbre de sobreponer en la mesa el teléfono celular, sonó la melodía conocida:

-Hola, ¿Dónde estas?-
-Mmm, donde te dije que estaría, son las 12, y a las 11:30 te dije que aquí estaría...¿Por?
-No nada, yo también todavía estoy acá
-Puedo imaginarlo puesto que no han pasado más de 30 minutos de que nos despedimos, jajaja-
-Si, mmm...-dijo con duda y dio paso a un silencio de 18 segundos
-¿Qué pasó? ¿Ya terminaste? ¿Quieres venir? Todavía no ordenamos por si quieres venir- dije con atropello ante el incómodo silencio
-No, todavía estoy ocupado
-Entonces...?, mejor llámame cuando termines, igual nos alcanzas porque aquí se están tardando mucho, y eso que no hay gente- dije mientras observaba a la mesera que aún no nos tomaba la orden.
-Si, voy a apurarme
-Ok, suerte, qué termines pronto y me llamas, ok! y colgué.

Entré a la plática sobre los devenires del examen, la emoción.

- Uuuu, ¿Quién era?
- Alfonso- dije con una mueca de extrañeza
-¿Nos va a alcanzar?
-No
-¿Entonces?
-Bueno, no entendí- reí...sólo me dijo que si estaba aquí, no entendí tampoco la llamada, jejeje.
-Uyyy, Adri
Me sonroje y contesté: - No, no, no es nada de eso. Creo que quiere que le ayude en algo de la tesis, quiere platicar...pero no me dijo nada, jejeje. En fin, ¿Qué tal la...?

Llegó la comida, la bebida, el reloj a las 1:30 pm.

-Hola ¿Qué onda?
- ¿Sigues allí?
-Sí
-Oye, vamos a tomar un café
-¿Ahorita?...no puedo, ya te dije que tengo que llegar a comer con mi mamá
- Bueno, es que...bueno...
-otro día, si quieres, o ¿Qué pasa?
-Bueno, es que quería darte algo
-Ooo, mmm
-Te puedo alcanzar allá y te llevo a tú casa
- No, cómo crees!! Ni que fueras mi chofer, no, no, no, Imagínate de Perisur hasta mi casa, si quieres aquí te veo, mejor y ya vemos
- No hay problema, te llevo y así platicamos en el camino
- Mmm, pero de verdad es muy lejos, es una locura, toda la vueltota.
-No importa, te veo en Perisur
-Está bien, pero ya vamos de salida porque Karina va a un sepelio en Cuernavaca, te veo en la salida de Liverpool, ok.

Minutos después, tu auto estaba justo en la puerta que salí , me acerqué y pregunté si podríamos darles ray al metro a dos amigas de Karina. Dijiste que sí y emprendimos el viaje. Insurgentes, vuelta, derecga, izquierda: el metro. Adiós a las amigas de Karina y seguimos la odisea hasta mi casa...silencio, demasiado, palabras, a cuentagotas...risas y miradas, el festín.

Eje 4, metrobus: Andrés Molina Enríquez.

- Abre la cajuelita
-¿Aquí?
-Sí, pásame esa cajita naranja
- Gracias...qué lindo- dije al instante, y me apresuré para abrirlo
-No, no, no lo abras-
Mmmm, no entiendo a las personas que obsequian algo y piden que no lo abras; o aquellas otras que se ofenden si no abres el regalo e incluso si no sonríes al abrirlo...me gustan las sorpresas, pero los regalos siempre me generan esa sensación de compromiso con el otro....en fin...no lo abrí y cambié el tema, cosa que no pudo ser porque enseguida dijiste:

-Te quiero, me gustas y...
-Otra vez A..., pero si ya habíamos hablado de esto, ¿recuerdas?
-sí
-¿Entonces? Bueno, fue hace tiempo pero te dije que conociéndome se te quitaría la sensación de gusto y eso qué dicen sentir las personas cuando me conocen...ya sabes soy muy sociable, la gente a veces confunde...
- No, no, ya sé, pero precisamente por eso...ahora que te conozco más, me gustas más, me gustas mucho

No supe qué decir, mi involuntaria reacción de salir corriendo cuando de amor me hablan, no supo qué decir y menos qué hacer...comencé con un extraño soliloquio justificando cada una de mis acciones y la pertinencia de permanecer así, sola. Así comencé por atropellar un par de frases como: A veces es mejor mantener a las personas así, con un amor lejano a la pertenencia, eso es el amor, compartir y yo comparto contigo diario; no sé, a veces, la forma en que yo veo el amor y todo lo que de él nace es muy diferente a la que se vive en el mundo...; no me gusta la forma en que las personas siempre quieren estar con alguien y tener a alguien como posesión y si eso no se da se alejan como si nunca se hubiera hablado de amor; soy cuidadosa porque ¿sabes? todos los novios que he tenido han resultado afectados después de separarnos, eso no me gusta...así, argumentos e ideas cada vez más torpes que más que alejarme de aquella situación me mantenían correteando mi cola cual perro.

El soliloquio paro justo cuando te introdujiste en el carril del metrobús, grité, diste reversa y estábamos ahora sentido contrario en una calle dónde todos los autos nos pitaban...¿Qué pasó? no manches, cómo hiciste eso, te pasas...No me di cuenta, dijiste...Si, me imagino que no te diste cuenta, jaja, pero claro si manejas viéndome en lugar de ver a los autos, no esperaba menos, señalé y juntos reímos como para acallar las palabras vertidas previamente, pero el regalo estaba allí, en mis manos, manos nerviosas vistas por tus ojos tardos.

Vuelta a la derecha, Laurel, llegamos. Te vi, te agradecí y no dije nada más; Me viste, me escuchaste y te fuiste. Sin palabras más, quedamos como al inicio, en ese "encontrarnos", fluir y amar sin pensar en poseer, ser sin miedos y vergüenzas, estar infinitamente.

¿Qué había en aquella caja naranja?...¿Que no había?...

lunes, agosto 16, 2010

Alfonso 9 meses sueños profundos

Van 9 meses que corren, no sé de tiempo, pero sé que hoy son 9 meses porque estoy a un pie de la iglesia que te vio crecer, el padre anuncia: "recemos por el eterno descanso de nuestro hermano...quien fue pedido por el padre y ahora está..." Pierdo el sermón al detenerme en las imágenes que puedo acomodar, siento como si el tiempo se detuviese allí, la luz vespertina que se asoma me hace soñar que eso es lo que es, un sueño. En él, todo es distinto, aderezado con lo ilógico.
Entro en un cuarto, es el viejo departamento de Villa de Cortés donde mi abuela vivió su matrimonio y posterior depresión, donde los ocho hijos crecieron antes de dividirse el padre y la madre, donde los nietos como yo crecieron en un entorno donde las edades no marcaban las jerarquías entre tíos, sobrinos, padres, pues todos éramos de edad incipiente, crecíamos y descubríamos diferentes cosas al mismo tiempo. Ese lugar era ahora un hueco gris, ruinas despedazadas por el tiempo, cuartos vacíos, inquilinos roedores, olores fríos, sentires putrefactos...allí estaba en el último piso, en el cuarto de fondo, en el que solían quedarse los pequeños, mi edad apenas rebasaba los once años, asomé mis ojos y pude verlos.
Eran mis tíos, corrían y con señas torpes, contradictorias entre sí llamaban mi atención, me cubrí casi por instinto cuando los vi arrojarse al suelo, en los brazos sostuve a mi hermano y alguien más se adhería a mi acto cuasi suicida de arrojo pechotierra. Subí, cuidadosamente la mirada, con un tercio de mi rostro postrado en la ventana, alcancé a vislumbrar un tipo alto, delgado, armado, amenazando a mis tíos, instantes después pasos desbocados y un grito direccionado a nuestro cuarto: "tengan cuidado con el c...", recuerdo que esa "c" era un animal. Enseguida, regresé al atrio, pues la paz había llegado, dí la mano como quien imita, pensando que estaba allí como una especie de mal sueño. Una mano se posó sobre mis hombros: -Adriana, te quedas un rato, vamos por un café.
Lo vi, recordé lo que hacía allí, salí, tomé mi bolso, un pequeño cuervo estaba sobre la fachada.

martes, agosto 03, 2010

Vacaciones

Wow, bellisimo. Adiós a lo último non grato en mi cuarto, bienvenido el espacio magenta, las imágenes, los cuadros y demás arte...Día 25. Dentro de una espera feliz!

miércoles, julio 28, 2010

Enferma, de nuevo.

Desconozco por completo la razón científica de mi padecimiento. No he creído en los escuetos diagnósticos que me recetan vitamina B, y señalan que es tristeza o enojo lo que provoca el malestar. Salgo de consulta con la sonrisa irónica de saber que el mundo no es entendido y se cree que lo es, que con esas medicinas estaré mejor. Mi malestar tiene más que síntomas a medicar, parecerá una situación ilógica pero ya no compro las medicinas, a veces las tomo un día y las abandono porque todo sigue igual. Digo ilógico porque así podría evitarme también la visita al doctor.
A cambio, reconozco lo extraño del dolor y su forma de presentarse, acompañado de días fríos, oportunamente atípicos, de cielo gris, luz blanca penetrante y sol fugitivo. Hasta esos triviales detalles parece una mera migraña que empeora, sin embargo es a todos los habitantes de la casa a quienes ataca tan extraño dolor que dista del típico dolor de cabeza, es más bien un peculiar pesar similar al que sentiríamos de poseer un corazón pesado latiendo en la cabeza, punzadas, o golpes discordes de una orquesta viviendo en nuestra cabeza, lo que más duele es el grupo de percusiones, los címbalos, no soporto el dolor, no puedo estar de pie y tampoco silenciar la orquesta, pues actúa siempre a capricho. Capricho que aún no entiendo. Es cierto también que cuando la orquesta hace su aparición triunfal, días más tarde "algo" trágico o difícil sucede. Mi mamá, ser escéptico y metódico por excelencia, solía lamentar mi situación "especial" hasta que a ella se trasladaron los dolores, dando las tres de la mañana con un dúo de taquicardía, orquesta al doble, sudoración, mareo, y demás.
A partir de la segunda ocasión que sucedió, que a un mismo tiempo nuestras orquestas entonaban, comenzó a rezar, bendecir, colocar un vaso de agua bajo la cama, todas medidas compartidas por gente cercana.
En fin, ni el vaso de agua bajo la cama ha dado calma, pues una vez extrañamente éste se rompió. Estoy enferma de nuevo.

sábado, julio 24, 2010

Me arrojé al río...

Vacaciones de verano, esos largos días con su sol naranjoso iluminando las tardes en la ventana de mi estudio. No biblioteca, no tarea, no trabajo, nada "qué tener que hacer". No se si sobreviva a ese tiempo en pausa, he logrado salir de la aplastante tristeza arrojando, a veces, una red al cardumen de malos pensamientos, librando así el terrible movimiento acuático que provocan en mi cabeza.
Se ha dictado la sentencia al sujeto U, justo el día en que tendrías aquella edad que le fue asignada en años por su soez y torpe impulso de dispararte, rozagantes 27 años, 5 meses. Siento aún como si el tiempo jugara el tipo de bromas que uno ve en las películas y lee en las historias de ciencia ficción, así imagino que lo que parece real no es real, que algún día despertaré riéndome y teniendo a lado a los seres que hace tiempo deje de ver de manera abrupta por la "prematura" llegada de su caducidad en la tierra.
No sé qué mas decir, no sé si ahora sea yo quien figure diálogos inexistentes -como esos que relataste en aquella despedida adelantada, el 9 de octubre: http://estasruinasquevesblogspotcom.blogspot.com/2009/10/ocultamiento.html -.
Sin embargo, los peces en vaivén acuden cada tiempo a esta agua tan dulce, pese al intento inútil de salarla a fin de que consigan un mejor hogar, pero es inevitable el agua siempre ha sido el elemento en el cual se da en sí misma la resurrección y la transición.


Letra:

I jumped in the river
black-eyed angels swimming with me
a moon full
of stars and astral cars
all the figures I used to see
all my lovers were there with me
all my past and futures
and we all went to heaven in a little row boat

There was nothing to fear and nothing to doubt

Nota: aves, el túnel, la biblioteca, el ángel y el andén.

lunes, julio 05, 2010

Hay una luz. Sácame de aquí.



Strangeways
Traffic
..."And in the darkened underpass
I thought Oh God, my chance has come at last
(But then a
strange fear gripped me and I
Just couldn't ask)"
Éxtasis
I'll be fine... "Take me out tonight. Oh, take me anywhere, I don't care, I don't care, I don't care..."

:)

viernes, julio 02, 2010

El insecto verde de alas difusas

"...estoy sentado en un cráter desierto, sigo aguardando el temblor..."

A veces, creo que sólo hago tiempo, no entiendo mucho de él pero sé que es parte de los grandes problemas de las personas, después de la incomunicación, y la honestidad.
De un tiempo a la fecha ni siquiera mis soliloquios son capaces de animarme, esta idea de sentir que alguien más no visible está siempre conmigo parece comenzar a perjudicar mi rutina y mis relaciones sociales, no en vano de noviembre a la fecha me he esmerado en potenciar mi virtud de hongo alucinante y a la postre mi agenda está integrada por 4 teléfonos que nunca marco.
Lo único interesante es que no dejo de sorprenderme y de espantarme de que las cosas sucedan como a veces adelanto serán, y no hablo de las cosas triviales sino de las vidas que acompañan mi andar taciturno y solitario. Tal vez es por eso que disfruto más la ausencia que la presencia.
***

Tomé el lugar habitual en el autobús, aquel cercano a la ventanilla y lejos de los roces corporales incómodos. Mientras el cielo grisáceo arrojaba enormes gotas aquella mañana mi mirada se ensimismo con el correr de un par de marcas de agua sobre el ventanal. Eso observaba en primer plano, de fondo me abismaba por la cantidad de gente que se veía cruzando la calle, a bordo de los autobuses, esperando sobre la avenida, los claxons creando terribles sinfonías de desesperación, gente gritándose o discutiendo por el celular...me entristecí.
Seguí el curso de la gota cuando de pronto apareció un insecto verde neón que contrastaba soberbiamente con el gris matinal. Su sólo brillo encendió una serie de pensamientos y reflexiones que apagaron el oscuro exterior.

Mientras versaba por milésima vuelta el pensamiento de ¿Cómo sería si...? El insecto verde permanecía aferrado a la ventanilla con una postura tan gallarda...me pareció extraño, ni la intensa corriente de aire lograba disuadirlo de alejarse en busca de un árbol. Mientras lo admiraba, pensaba en su inevitable caída y en lo efímero de los momentos "Let it be, let it be..." sonaba oportunamente, así tiene que ser, supuse, y sonreí. Disfrutar el momento, pequeño, ese instante cuasi orgásmico en el que las almas se encuentran, y comparten este tiempo-espacio.
Disfruté y agradecí el tener esa milimétrica vista verde que nadie más podía disfrutar, miré todo lo que me rodeaba, regresé la vista hacia mi ventanal en busca de mi acompañante y éste había desaparecido, busqué arriba, abajo, en la siguiente ventana pero se había ido. No buscaba poseerlo, sólo agradecerle el hacerme sentir de nuevo ese espíritu de sorpresa y exploración. Había llegado a mi destino, agradecí de nuevo y me guarecí bajo la lluvia en las notas que seguían sonando de forma melódica en mi mente.

lunes, junio 07, 2010

El túnel en el andén.


Mayo 2010

Caminaba como siempre a paso apresurado, evadiendo las banquetas crecidas y los matorrales pronunciados, después de diez minutos, vuelta a la esquina y ¡bingo! en el metro. Tal vez la hora, tal vez cuestión de suerte, el andén estaba casi vacío excepto por el señor de intendencia que con su escoba de mechitas de color naranja limpiaba las orillas del pasillo y dos tipos más encapuchados con esas sudaderas borregas que suelen esconder el cuerpo y la mitad del rostro...Temí un poco, su aspecto me daba la impresión de que escondían algo pues entre susurros reían y señalaban la parte baja de la vía y movían sus manos en diferentes direcciones, cuando la mirada de uno de ellos se posó en mi, sólo atiné a voltear la mirada para donde el barrendero estaba segundos antes, ya no estaba, quedábamos sólo nosotros tres cuando una par de señoras con aspecto extravagante entraron al andén en dirección contraria.


Esos minutos parecieron eternos, una voz anunció: "Estimado usuario debido a una falla técnica en uno de los trenes el servicio ha sido suspendido", aquella letanía parecía una mala pasada -¿por qué justo el día en que el andén estaba vacío y debía llegar a mi cita con Margites, en aquel lugar donde nos vimos por última vez cuando nos despedimos.
Recuerdo aquella última vez con tanto pesar, ese día corrí apurada para tomar el tren hacia Barranca del Muerto, con mis apuntes, libros y libretas en mano casi al borde de tirarlas, y él estaba allí en medio del barullo, bajo el reloj recargado en la superficie de las escaleras. Lo vi casi después de medio minuto que él llevaba observándome batallar con mi maleta y demás objetos, hasta que la sensación de ser observada rompió el ensimismamiento en el que me encontraba.

-Hola, ¿Cómo estas?, ¿Por qué no me saludabas?
-Te vi muy ocupada ordenando tus cosas y no quise interrumpirte.
-Gracias, cómo te habrás dado cuenta una mano extra no hubiera estado nada mal- repelí con sarcasmo.
Sonrió y enseguida siguió en una contemplación feliz cada uno de mis movimientos, que para ese tiempo eran contradictorios, quería organizar mis cosas pero también quería platicar con él, así a medio hacer ambas, le pregunté:
-¿Cómo has estado no me has contestado? ¡Qué sorpresa encontrarte! ¡Qué cosa tan rara!- después de lanzar cual ráfaga aquellas expresiones pensé si no contesta es porque no le he dado ni un respiro para hablar, así callé por unos segundos.
-Bien, tranquilo todo...
Apenas comenzaba a responderme cuando el tren llegó, rápido me disculpé -¡Tengo que irme! pero ¿será que te encuentro pronto?- grité entes del cierre de la ventanilla mientras mi cara gesticulaba una especie de muecas sin coherencia alguna de tan fugaz encuentro.

Con todo el coraje, caminé en dirección hacia los dos tipos que ahora estaban de espaldas a mi metiendo unas botellas en una de las mochilas escolares que traían. Con la precaución de no hacer ruido con mis zapatos, crucé frente a ellos casi a hurtadillas, sintiendo la gloria al estar ya diez pasos lejos de ellos y a veinte mosaicos de los torniquetes recorrí felizmente el siguiente pasillo.
De pronto en una de las puertas donde suelen reposar los policías auxiliares del metro, escuché como cuestionaban a varios sujetos que se supone deberían estar encerrados en la cárcel y habían escapado de tal sitio por un agujero con conexión a dicha estación. Segundos después de ésta reflexión y quince pasos de la salida, las puertas metálicas de la estación se activaron y así quedé atrapada.
Enojada entré al cubículo policial, sin respuesta alguna, allí dentro era un chiquero, la poca luz que caía del exterior mostraba huellas de grasa automotriz, restos de salitre, pero lo que más me impresionó fue el aroma a sangre y a químico, ese olor tan desagradable a piel quemada y cal, tapé mi nariz con la bufanda y seguí caminando por aquel cuarto que me había ya conectado a un pasillo, cuidando de no tocar las paredes donde se encontraban rastros de sangre y pintura desvencijada.
-¿Qué pensabas, que sería muy fácil salir de aquí?...pues te equivocas y pagarás tu arrogancia- decía un uniformado, que ya pensaba yo no era un policía y mucho menos el ser confiable que yo buscaba para que me dejará salir. Mi enojo inicial se había convertido en una extraña sensación de desnudez, de estar desprotegida, vulnerable y colocada en el centro de una situación aún más rara.
Crucé con torpeza la puerta en busca de otro pasillo que me llevara de regreso, sin luz y sin la más remota idea de saber lo que allí sucedía y dónde estaba, caminé tres pasos atrás y di con otro pasillo que conducía a unas escaleras. Ya era demasiado tarde para regresar aún sabiendo que aquellas escaleras estaban en contra dirección a lo que yo buscaba: la salida. Aún así, seguí, las escaleras ascendían a otro cuarto, que intuyo estaba arriba de la estructura de los vagones...


-¿Qué haces aquí?
Conteniendo en los pulmones el miedo que sentí al recorrer sus palabras, contesté:
-No sé que hace usted aquí, ni quién es, sólo estoy buscando la salida, el gendarme del piso de abajo me mandó con usted por ser el único que pudiera ayudarme- mentí y dije con voz firme, de esa que pocas veces acompaña mis palabras.
-No entiendo. Él la dejo pasar hasta acá para que fuera yo quien la sacará. No me suena lógico-dijo el gendarme recorriendo mi silueta de arriba a abajo con su mirada inquisidora.
-Eso pensé, pero al parecer estaba ocupado con un par de tipos, prófugos.
-Cállese, arrójese al suelo- dijo al interior del cuarto que custodiaba.
-Le dije que se comiera todo- gritó de nuevo.
Su tacto áspero hacia las preguntas que procedían del interior del cuarto me exaspero e incomodo, así que traté de no hacer nada que motivara su chirriante voz demandante, el mismo olor a carne putrefacta era aún más penetrante en aquel sitio, y procedía de ese cuarto, vedado, iluminado tan sólo por una ventanilla de 10 por 15 cms. El desfile de voces que clamaban comida, agua y exilio era interminable, como coro desafinado aturdían las estrechez de aquel cuarto.
Asomé mi cabeza, mientras el gendarme de voz áspera rumiaba en el walkie talkie con el gendarme, sosteniendo la respiración, de pronto vi a David, atado a una especie de cadena comunitaria, aquel cuarto era una carnicería, había sangre y restos de fluidos desperdigados en el cuarto, los manchones en las paredes y el insoportable hedor que de allí procedía me hizo pensar que esa situación fortuita de la falla en el tren, no lo era, esto llevaba tiempo realizándose. Cual carne en venta eran objeto de extraños sacrificios de santería con el motivo de mantener al masón mayor de la ciudad y la estabilidad en sus apócrifas finanzas, según me relató David atropellando las palabras cada cierto tiempo por el miedo a ser videograbado, pues esa era otra parte del negocio, todos eran vigilados y se escogía al mejor para ser entregado. Cuando me dijo lo de los videos, mi piel se erizó, ello significaba que nunca había dejado de ser observada, y que tal vez mi presencia allí no era casual.
Los cuerpos exhaustos reposados en un extremo del cuarto, encadenados entre sí, los cuerpos desnudos grasientos y llenos de hematomas, en extremo burlados con la idea de ganarse su libertad. De lejos hacía señas a David, compartía su encadenamiento con dos nóveles ladrones que habían entrado a una tienda de colchones y antes de efectuar el atraco fueron reconocidos por la cámara y supuestamente capturados para seguir su proceso en prisión; sin embargo, para sus familias se encontraban desaparecidos y eran inocentes palomas perdidas en algún lugar.

El walkie-talkie no funcionaba del todo bien, después de rodear en repetidas ocasiones el rectángulo en el cuál estaban hacinados los cuerpos el gendarme de voz áspera salió en busca de mejor señal. Ese momento corrí al extremo de su escritorio y tomé unas diminutas llaves, todo ello por instrucciones gestuales de David, su cara era en extremo compungida, nunca había vista tal sufrimiento reflejarse en su rostro, como pude contuve la respiración, esquivé lo mejor posible los cuerpos y la sangre, aunque de repente mis sentidos ya no percibían el olor fétido, ni el sabor del sudor que caía sobre mis labios, ni siquiera el asfixiante calor abrasador que segundos antes asqueaba y dejaba pegajosa mi ropa...sólo recuerdo como vi de lejos a David detrás de la cinta amarilla que separa a los térreos de los caídos. Quise gritarle pero no me escuchaba, o tal vez fingía para protegerme, caminé de nuevo hacia las vías y la gente estaba amontonada observando una atroz escena...

martes, mayo 25, 2010

Pensamientos en un vaso de agua

Pasaba la tarde, cotidiana, como tantas otras, reducidas a la rutina, al calor agobiante de los rayos del sol, el dolor de pies después de atravesar la ciudad, donde el llegar a casa era el único pensamiento presente y sano dentro de la odísea de maldiciones durante el largo trayecto de la universidad a la casa.

La puerta, presentada como la meta, resultó el preámbulo de una segunda prueba, el lograr llegar hasta su recámara librando los embates y reclamos de los congéneres con quienes habitaba aquel cuarto de escasos 45m...lo logró, estancó su débil y sudoroso cuerpo en el sillón, un sólo giro bastó para que sus ojos ciñeran un sueño profundo.

La tarde caía, larga como aquellas tardes de verano, donde la carrera del sol se agotaba a las 8 de la noche, bajo esta escena cayó en un sueño profundo. Al despertar buscó el teléfono de G. con quien había acordado tomar un café más tarde, cuando la noche se encontraba en su inicio tomó el teléfono y marcó. Al primer intercambio de saludos, éste afligido interpeló: "¿Cómo te sientes?, ¿Estás bien?, ¿Te hace falta algo?"...sin oportunidad de responder y no comprendiendo su ávida preocupación...G. continuó: "llevo horas marcando, me tenías angustiado, pensé que algo te habría sucedido"...No entendía nada aún de aquellas apesadumbradas palabras que taladraban su parsimonia.
-¿Qué pasó? No es para tanto, no olvidé lo del café, nos vemos donde siempre, ¿no?
-¿Pero es qué no te has dado cuenta?- replicó G.
-¿Qué cosa...?
-¿No has visto nada?
-¿Qué habría de ver?-dijo con sarcasmo, enseguida rió y se asomó a la ventana como siempre lo hace cuando quiere despabilarse y busca contagiarse de nuevo de ese ritmo citadino después de un largo sueño.
Enseguida, comprendió, no era capaz de describir lo que sus ojos tenían como "panorámica", nada de lo conocido era ya. La vista era irreal, desastrosa. Regresaron como torbellino los relatos de su abuelo, cuando le contaba que vivir por el canal de la Viga, era estar ya en las orillas de la ciudad, de cómo paseaban en embarcaciones pequeñas por los canales de La Viga, Churubusco, el Viaducto, constantemente esas imágenes se agolpaban y pensaba en cómo la ciudad de México distaba mucho de ser como Venecia, pues, tristemente, el desarrollo urbano voraz no le permitía seguir soñando, ni creer en las historias del abuelo por inverosímiles. En eso iban las cavilaciones, al ver la ciudad inundada, atascada en un marasmo de aguas negras, suciedad varia flotando, agua grisáceoverdosa golpeando los muros de los edificios con ahínco tal como si quisiera castigarles.
No observaba el fin de la fiesta. El agua aún seguía ahogando las calles, los edificios eran apenas perceptibles sólo por la azoteas, no se lograba distinguir nada más...ninguna persona, algunos automotores, sólo la furia del agua corriendo despavorida. Se espantó, cerró la persiana despavorida, después de unos segundos no resistió y abrió la ventana, quería salir. Se vio sola, tan sola que no tuvo tiempo de pensar en si había alguien más en quién pensar. Mientras G. en el teléfono intentaba relatarle lo que en un segundo su ojo había registrado, colgó. En ese instante sintió miedo, pensó en lo pronto que los muros podrían ablandarse y caer, temió quedar entre los escombros del derrumbe como una existencia más al vacío -pensamiento que siempre le invadía cada mañana y al cuál repelía repitiéndose que el estar aquí era una cosa entera de sentido por sí misma, y era una vacilada y pérdida de tiempo pensar en ello todas las mañanas, casi como pensar por qué respiramos-, aún así permaneció pegada a la ventana observando el terrible y atroz espectáculo.

Segundos más pasaron y el agua comenzó a colapsarse en un onda centrífuga, como cuando se estanca el agua, se destapa un agujero y todo escapa por allí, así, el agua succionaba todo a su paso, sintió como la fuerza se apoderaba de los objetos,y de ella. Vio su edificio desaparecer poco a poco, todo se derrumbó.
Y llegó G. Apareció en su auto color gris. Enseguida, G. le lanzó una seña y así abordó el auto con todo su pesar y odio reprimido, atrás quedaba el desastre. Guió a G. hasta salir a bocajarro de aquel sitio. Salieron por el atajo, y cayeron de nuevo inmersos en una corriente desconocida. Ya fuera de su casa pudo reconocer con mayor nitidez la magnitud de lo acontecido, y lo visto en su ventana y narrado por la radio era poca cosa a tal suceso, "terrible desastre..." decían en la radio cuando la velocidad de la corriente los jalaba al centro del abismo centrifugo, G. como pudo maniobró y libró el abismo, siguió por una vertiente y tomó el viaducto -aquel antes de agua en tiempo de los abuelos, ahora hecho concreto y vuelto agua de nuevo a fuerza de hecatombe, cual naturaleza avasalladora-. Así, a salvo en el auto de G., ahora convertido en barco, llegó al final...con el amanecer en la punta de sus castaños cabellos, y G. a su lado conversando a su nieta cómo eran esos tiempos de agua.

sábado, mayo 22, 2010

El olor secreto de las leguminosas


Cuando mi edad aún no era rebasada por el miedo y la vergüenza, y se arrojaba más a la experimentacion y práctica de los fenómenos más extraños, quise registrar en mi diario de olores la fragancia de unos pequeños gránulos rojizos y moteados que pomposos contrastaban con otras bolitas de color ámbar y sepia que veía salir de los costales del tianguis que cada viernes recorría de la mano de mi abuela.


Esos extraños gránulos de color rojo encendido me parecían tan extravagantes compartiendo escenario con los frijoles, lentejas, habichuelas, judías, garbanzos y demás granos. Su color atrayente como el carmín de los labios jaló mi nariz hasta el costal donde se encontraban brotando cual fuente. Ese día, miré a mi abuela, luego al vendedor, viré mi cuerpo dando la espalda a los atrayentes bultitos rojos y tomé uno mientras de frente sonreía al vendedor.



-Gracias marchanta, buena tarde.
-Gracias joven- contestó mi abuela

Gloriosa guardé mi trofeo en el bolso de mi chamarra, y tomé de nuevo la mano de mi abuela. Seguimos el clásico recorrido, las verduras de Doña Juana, los tlacoyos de la "indita", la fruta y la naranja dulce de Don Pepé, "las cosas del otro lado" de Doña Irma, mientras de puesto en puesto sonaba "...I just wanna just your love tonight..." con su melodía repetida y ritmo pegajoso.

El sol típico de tardes ámbar completaba el festín con su rayos quemantes, y ese calor intenso que provoca escozor y sudor en los cuerpos, y a los 20 minutos de recorrido nos tenía exhaustas. Caminamos de regreso a casa. Se veían los torsos joviales cubiertos de playeras guangas y coloridas amoldadas por pantalones a la cintura caminando por el parque, pasamos a la recaudería, por el pollo sin pellejo que le gusta a mi abuelo y las tortillas para la comida.

Ya en casa, corrí al traspatio y saqué con un fervor inusitado el granito rojo, mi trofeo, explorando su forma lo mordí, lo rodé por la alfombra hasta embelesar mi púpila, tanto que lo cogí y lo acerqué tanto tanto que quise olerlo.

Me parecía que su olor era nulo, poco atrayente, decepcionante, todo aquello maravilloso que provocaba a las púpilas en mi olfato se desvanecía, me entristecí de tener un simple frijol color rojo. Intenté por última vez registrar su aroma, fue tal la aspiración que el gránulo quedó en mi nariz.
Traté de sacarlo sin éxito. Ya sin ánimo, decepcionada y con ese frijol en la nariz, preferí dormir pensando en que era un castigo por haberlo tomado sin permiso y que tal vez con el sueño y la presión de mi rostro con la almohada, éste saldría y al despertar la lección y el castigo por robar sería sólo un mal sueño. Pero no fue así.
Mi mamá que siempre ha sido de esos seres de resultados, no de procesos, sabía no entendería nada de la historia si le contaba, así que preferí ahorrarme la historia y el regaño también. Dos días después, una especie de vello me irritaba tanto que me impedía respirar.
Esa noche, mientras mi mamá secaba mis pies vio algo extraño, y tuve que confesar lo que había pasado, pues ya no podía soportar el cosquilleo en mi nariz. Había germinado. El hermoso y reluciente gránulo rojizo tan bello, era ahora parte de mi, era un asqueroso frijol naranja con un hilacho asomándose en mi nariz.

Desde ese día, dejé las cosas bellas sólo a la contemplación. Desde ese día supe que el aroma de la belleza era una cosa poco trascendente...

lunes, mayo 17, 2010

Palabras estacionales

Palavras:
  • Absinto: Pequenha erva aromatica européia.
  • Verâo: Estaçâo de tempo em que o sol esta abaixo do horizonte. As noites sâo mais curtas no verâo.
  • Noite: No sentido figurado sofrimento, tristeza.
  • Explosâo: Comoçâo seguida da detonaçâo e produzida pelo desenvolvimento de um gas.//Detonaçâo.// Manifestaçâo viva é súbita.
Nesta noite do verâo irradia baixo os efeitos do absinto uma incesante explosâo do amor, desejo, paixâo. Tenho muita saudade de teus olhos avermelhados, mais neste estado, neste muito tempo que durou a explosâo, sou feliz no mar de absinto dos paisagems azuis e verdes...

lunes, mayo 10, 2010

Amo...

Odio la bandeja de borradores esperándome, odio mi falta de candor, no soporto el sorber de los comensales desesperados, me fastidia oir pláticas quejumbrosas, me molesta que me interrumpan, me incomoda que me pregunten cosas, me abruma el trato con las personas...
Amo el extraño amasiato de la naturaleza y los animalitos nocturnos cobijándome, amo mi sobrada pretensión, me muero por encontrar el sendero de las pasiones desbordantes y placeres dionisíacos y compartirlo con my soul, me fascina el color, las letras y la música enmarcando las escenas de mi vida, me gusta oler y observar paisajes, me encanta el helado beso de ángel y pétalo de rosa, me embelesen los sonidos y el cantar de las aves, quiero a todo aquel que ama con intensidad, me agrada el encuentro más que la búsqueda.
Odio y amo. Me agrada el encuentro dentro de las dualidades.

martes, mayo 04, 2010

Tons', ¿Pa' que empiezas?

Como en la gran mayoría de las reuniones familiares, sobretodo en aquellas en las que se celebran a los más grandes de la dinastía, surgen las conversaciones sobre "cómo era antes tal o cuál cosa", "cuando eras chiquito, yo te...", "Se acuerdan cuando...", etc, etc. Sucede que mi memoria siempre ha funcionado de una manera caprichosa, pues acostumbro olvidar gran parte de lo vivido y suelo recordar las cosas más simples o eventos graciosos, como: palabras mal dichas, sucesos de pena ajena, caídas, colores o formas, olores, e incluso sueños relacionados con las personas. Ello me hace ferviente oyente de conversaciones que versan en situaciones en las que supuestamente participé. (De no ser por la libreta que cargo afanosamente, mi cámara fotográfica y mis recortes, no sé que habría sido de mí, o mejor dicho no sé cuántas veces más bajo el ensayo y error, seguiría dando vueltas tras mi cola -claro, aún con toda esta metodología y pseudodisciplina de registro "caigo en los mismos errores", diría José Alfredo-).

Y así, mientras subía el straplees de mi vestido para no caer en la indecencia y vulgaridad de los ojos ajenos, mi abuela me llamó para presentarme a sus compadres:

-Mire, a mi nieta
-Wow, qué grande, qué linda está, ¿ya cuántos años tiene?- decía, mientras me incomodaba ser el centro de ese discurso lleno de halagos y galantería, cual niña buscaba afanosamente salirme de allí
-25, ya. Qué rápido, ¿no?

Y así transcurrieron un par de minutos, y enseguida ante mi cara de hartazgo y desconocimiento de los seres que se dedicaban a halagarme, contaron:

Cómo me acuerdo de esta muchachita, desde chiquita con su carácter y tan abusada. Sonreí, por supuesto. Y continuó:
Jeje, cuando jugábamos a que le ponía retos; y corría y se apuraba para llegar a dónde estaba ya con sus planas hechas o con lo que le había dejado hacer. Y así se la pasaba hasta que me cansaba y le decía que era su recreo...pero nunca se me va a olvidar cuando me dijo que ya eran muchos recreos, y le dije que esta era una nueva escuela, ella me contrapunteó diciendo que no había tantos recreos en la escuela...y cuando le confesé que ya estaba cansado, para finalizar su argumentación con un encono de enojo, me dijo: Si no vas a jugar bien, entons ¿Pa' que empiezas?

Cuando escuché esto, la risa me invadió pero la contuve y sólo salió un torpe graznido. Y pensé, ¡Qué sabia niña, caray! Aquella que tan sólo con un "Si no vas a jugar bien, entons ¿Pa' que empiezas?" acompañado de un ceño fruncido decía todo, y no obstante con ello, se alejaba con la ligereza de no comprender el mundo adulto y de no interesarse en comprenderlo...se alejaba feliz tomando sus juguetes...y seguía corriendo por el sendero.

sábado, abril 24, 2010

Un año hace...

Hoy hace un año comencé a escribir con la intención primigenia de registrar a través de un multimedio lo que en la libreta tomaba forma, la vida diaria. El reto supuesto: la desnudez. Contradictorio, pues esta página se envolvió enseguida en simbolismos que emblemáticos enredos crearon por aquello de las interpretaciones. Palabras, alimentadas por el miedo de saberse descubiertas, que se guarecieron en frases cavernosas; frases que afuera encontraron raíz, se enraizaron en corazones, mientras adentro viajaban cual álgido viento simulando la fuga de lo perecedero.
Y así bajo supuestos soliloquios, comencé a escribir. Como un secreto compartido a un par de viajeros, inicié.
Sin embargo, a un año de esto, me invaden sentimientos encontrados, de el "secreto" llevado al final, de la comunión de lo existente con lo no presente, del amor infinito..., de los sueños y detalles que no encuentran cauce; de las palabras que ínsipidas se dispersan en paladares varios...de lo mucho que me falta aterrizar y despegar.
Lo que hace un año inspiraba, alimentaba, guisaba no se encuentra ya, en su lugar se enuentra esa otra "cosa", otra sustancia. No está la sonrisa y burla cotidiana, su lugar fue ocupado por la constante lluvia en tiempos de luna menguante. Y aunque intento, me empeño, me resulta difícil, a veces, me contengo, no por el hecho de contener sino por el triste evento de no encontrar cauce. Queda la sonrisa cómplice, el salto de emoción tras la travesura o el nuevo hallazgo, las ansías de tocar y pellizcar mientras se habla el mismo lenguaje de tiempos y sueños, la mirada embelasada eclipsada con esa otra que se anega en el mar de emociones, sensaciones y olores momentáneos, ese paso andado sin prisa, muchas de esas palabras que sólo encontraron desnudez en tus labios y en tus ojos...

De la cava:

El primero:
http://sabinastrange.blogspot.com/2009/04/el-amor-entra-por-el-estomago-sin-duda.html
Relato de un adiós:
http://sabinastrange.blogspot.com/2009/05/de-que-muere-la-gente.html
El más emotivo:
http://sabinastrange.blogspot.com/2009/11/alfonso-mi-margites.html
El motivo confuso:
http://sabinastrange.blogspot.com/2009/08/con-las-sobras-de-chantilly-en-las.html
El más ardilla:
http://sabinastrange.blogspot.com/2009/07/indigestion.html
El hecho más extraño:
http://sabinastrange.blogspot.com/2009/12/las-aranas-ibarguengoitia-y-la.html
La despedida más bonita:
http://sabinastrange.blogspot.com/2010/01/hoy-regrese-de-xibalba.html
El embarque:
http://sabinastrange.blogspot.com/2010/02/tierra-la-vista.html
El que guarda más coraje:
http://sabinastrange.blogspot.com/2009/12/por-que-arriesgas-tu-vida-por-un-pinche.html
El más temeroso:
http://sabinastrange.blogspot.com/2009/10/ultimamente-me-han-atormentado-suenos.html
El más comentado:
http://sabinastrange.blogspot.com/2009/08/como-preparar-un-sueno.html
http://sabinastrange.blogspot.com/2009/08/juego-de-manos.html
El más didáctico:
http://sabinastrange.blogspot.com/2009/04/la-futilidad-de-las-palabras.html
El discurso más repetido:
http://sabinastrange.blogspot.com/2009/08/estas-enojada.html
http://sabinastrange.blogspot.com/2009/09/un-lector.html
El origen del caos:
http://sabinastrange.blogspot.com/2009/08/de-pausa-y-reversa.html
La respuesta:
http://estasruinasquevesblogspotcom.blogspot.com/2009/08/si.html
Un motivo...del escritor:
http://estasruinasquevesblogspotcom.blogspot.com/2009/09/el-autor-y-la-escritura.html